domingo, 1 de febrero de 2009

Alain Roberts

Seguro que el nombre nos os dice nada, pero se trata del "Spiderman francés" que unas cuantas veces salió en las noticias, en directo, por estar escalando un rascacielos en algún lugar del mundo. La mayor parte de las veces sin permiso ni aviso de ningún tipo.
Con la policía esperándole arriba y una ambulancia esperándole abajo.

Lo prodigioso no es lo que ha escalado, sino cómo lo ha escalado: sin asegurarse de ninguna forma, a pelo. De modo que caer significa la muerte, su único seguro es su entrenamiento y no fallar en ningún movimiento ni desfallecer de cansancio.

Más que verle escalar los rascacielos, que en cierto modo presentan estructuras regulares y fuertes -lo que no le quita su dificultad- me llaman la atención las imágenes donde escala paredes naturales -como digo- sin arnés, material ni nadie asegurándole.

De joven sufrió dos caídas desde 15 metros de altura, padeciendo diversas fracturas. Pero eso no acabó con su carrera vertical, sino que le obligó a superarse. Y, en cualquier caso, no le hizo escarmentar en cuanto a las medidas de seguridad. Este tipo practica una escalada libre hasta sus últimas consecuencias. Su único material artificial: los "pies de gato" (calzado de gran adherencia) y su bolsa de magnesio, que evita que las manos resbalen por sudor.

Espero que se pase algún día por Madrid para estrenar las nuevas cuatro torres, si aún sigue en activo.

Al final del siguiente video aparece su hijo, que ya muestra aptitudes para continuar los pasos de su padre:

2 comentarios:

MEugenia dijo...

Una forma más de entender la vida. Me parece peligrosa, pero si el disfruta así, ¡chapeau!. Además, que cada uno se "mata" como quiere :-)

Está fuerte y ágil el menda, vaya flexiones, músculos en los brazos y fondo físico que tiene.

El hijo parece una niña :)

Herel dijo...

Pues no sé, como el padre también lleva el pelo largo...