miércoles, 24 de agosto de 2005

Un muro de humo... arrasado

Dejé de fumar

Al hacer esta afirmación, el que tiene cierta experiencia en el tema de abandonar el tabaco, teme ser demasiado osado, teme cantar victoria antes de tiempo, teme.... tiene miedo.
Mi intención no es dejar el tabaco, no, mi intención es más violenta: darle tal paliza que jamás se atreva a volver a entrar en mi organismo. Me ha condicionado en tantas cosas, me ha hecho tirar tanto dinero, me ha ensuciado por dentro y por fuera... es un asco, es una droga que no quiero para mí JAMÁS.
No sé lo que quiero ser, pero sí sé cómo no quiero ser; sé como quien no quiero ser.
No vuelvas, aquí te odian a muerte, te odian como no te puedes imaginar.
No vuelvas, ni te atrevas...