lunes, 30 de enero de 2006

márqueting telefónico



-Buenas tardes, somos de... [una compañía de telefonía]... y le llamamos porque queremos conocer a nuestros clientes.
-Pues nada, si le parece quedamos y nos tomamos unas copas.

domingo, 29 de enero de 2006

another world

Aclaración previa: No, esto no es un blog sobre videojuegos. Esto es una excepción.

Another World, de la francesa Delphine software, es quizá mi aventura favorita, es una aventura para ordenador que tiene ya unos añitos, es de 1990, de mi época de jugón.

Seguramente, mirando sólo los gráficos, no impresionaría a nadie, también es seguro que a lo largo de los últimos años, en los que me he desentendido casi totalmente de la producción de software de entretenimiento, han salido aventuras más ingeniosas, más misteriosas, y con mejor atmósfera. Pero este juego me caló, me metí de lleno en la piel del personaje porque a veces fantaseo con cómo me desenvolvería si estuviera en otro mundo; cómo entraría en contacto con otras criaturas inteligentes; si fueran belicosas, o tuvieran miedo de mí, cómo me defendería; si fueran tolerantes y hospitalarias con los monstruos horribles (cuento con que al igual que a mí me parecerían monstruosos de aspecto, yo les parecería lo mismo), cómo aprendería su idioma a la vez que les enseño el mío; cómo me integraría en ese nuevo mundo, o cómo buscaría mi espacio seguro y mi comida para sobrevivir.

La historia comienza cuando un científico se acerca una noche a su apartado laboratorio, y en solitario decide hacer un experimento cambiando algunos parámetros en el acelerador de partículas. Afuera amenaza tormenta, y en el momento decisivo, un rayo cae sobre las instalaciones y la descarga de energía envuelve a nuestro protagonista arrancando de cuajo el trozo de la habitación en la que se encuentra, y enviándolo hacia otra dimensión.
El destino es un planeta de escasa vegetación, paisajes geológicos erosionados y peligrosas formas de vida predadoras que luchan por sobrevivir y comerse cualquier cosa, a falta de sustento vegetal en ese entorno tan hostil, cualquier forma de vida que te encuentres intentará engullirte.
La forma de vida predominante, humanoide, es agresiva; tecnológica y a la vez primitiva, como un Imperio romano con fusiles láser. La ley del más fuerte, tecnología del control de la energía al servicio de la guerra y la defensa, pero con las incongruencias e ingenuidades típicas de ficciones como la saga Stars Wars (¿Han desarrollado la tecnología de los viajes intergalácticos y siguen haciendo la guerra casi cuerpo a cuerpo con soldaditos disparando?, ¿no han inventado las bombas?).
Son seres robustos, de piel pálida, de ojos pequeños y hundidos y de mandíbula ancha; zancudos y altos; con la cabeza empotrada contra los hombros, sin cuello. Visten una cota corta negra, ceñida con un cinturón ancho, a veces rojo; y algunos presentan complementos que recuerdan al medievo chino: yelmos en forma de Fujiyama o coletas mandarinas en un cráneo rapado, engominadas y tiesas hacia atrás.
Su capital se asemeja a un cascarón partido en medio del desierto, una colosal muralla -a los efectos- que envuelve la ciudad ocre barrosa, con altas torres que desafían a la gravedad, y un desorden laberíntico cual ciudad árabe.

Es sólo un juego, pero a la vez que avanzas vas explorando su mundo, el protagonista se mueve con fluidez y agilidad: anda, corre, salta, trepa, nada..., les escuchas hablar (la verdad es que esto podría haber dado más juego, porque sólo dicen tres cosas... amasda amasda ¡rrah! mocheen'la maitsuúba ¡imaginación al poder!. ¿Sería también Eric Chahi un aficionado a las ideolenguas o son palabros puntuales improvisados in situ?).
A continuación hago una traducción libre de lo que podría significar:
amasda: ¡Alerta!, ¡Atención!... o puede ser un nombre propio de otro guardia.
rrah: ¡hey!(interjección), arriba, los de arriba.
mocheen'la: detente, quieto.
maitsuúba: sígueme, ven conmigo.

Deberás "matar marcianos" sí, pero no gratuitamente; cada situación es una especie de reto en el que deberás planear una estrategia, demasiadas veces a costa de morir necesariamente para comprobar lo que pasa yendo por ahí, o para comprobar que esa criatura era depredadora (por si te quedaba la duda de que hubiera algún herbíboro inofensivo en ese planeta (1)).

Y hace un par de días me he enterado de la existencia de una segunda parte, de 1994, titulada "Heart of the Alien" (que incluye tambien la primera, comercializada en USA con el título "Out of this World", en el mismo CD), en la que encarnamos ya no al científico humano sino a uno de ellos, de los humanoides del otro mundo, un líder rebelde cuyo pueblo (muy parecido a las colonias de Mad-Max, o al pueblo de Obihuan en Star Wars mismamente (2)) fue arrasado por los de la capital (la cáscara de huevo), y parece empeñado en derrocar a los opresores. Pero esta segunda parte no es del autor original: Eric Chahi, que programó Another World casi en solitario. Esta segunda parte sólo la sacaron en versión consola, para la Megadrive-SEGA-CD (o algo así, no entiendo de consolas), pero por suerte, siempre nos quedan los emuladores-PC.
Aunque la segunda parte -HOTA- mantiene la ambientación, el criterio de escenarios, y los personajes del original -AW-, esta continuación de la historia me parece malilla. Por un lado su dificultad es artificiosa y puntillosa lo que resta sensación de libertad; y por otro, con frecuencia desnaturalizan los escenarios con obstáculos ridículos, conviertiéndolo en un juego de plataformas repleto de enemigos y pinchos de movimiento sincronizado, un juego a lo Jet Set Willy, todo puesto ahí para estorbar tu avance: monstruitos por aquí, monstruitos por allá. Y lo que me gustaba era explorar y resolver situaciones diferentes, no matar 100 veces al mismo "marciano" y con la misma técnica, ni ir esquivando murciélagos mortales que vuelan describiendo una ruta fija. Estooo a tí creo que ya te he matado antes...

Fín de la excepción.

(1) En verdad sí que hay una especie inofensiva en todo ese mundo: los pteranodones.
(2) De hecho, Eric Chahi afirma como una de sus fuentes de inspiración La Guerra de las Galaxias, y los desarrolladores de la continuación la han debido de heredar.

[Actualización Abril 2006] Parece ser que se ha desarrollado una nueva versión de Another World para PC y MAC con los gráficos a mayor resulción y detalle. Más información en la página oficial.

lunes, 23 de enero de 2006

palomitas de maíz



Todo comenzó hace un par de semanas, pasaba yo por el intercambiador de Moncloa, saliendo del metro, cuando un delicioso aroma invadió mis fosas nasales. Un aroma que ya había apreciado otras veces, en otros lugares, en otras circunstancias, pero por razones del destino y confluencia de los astros, en esa ocasión una Caja de Pandora se abrió dentro de mí: palomitas de maíz. Ni me preocupé de localizar de dónde venía el olor, ni me he preocupado el resto de las veces que he pasado por allí, porque a la vez que desde ese momento supe que deseaba palomitas de maíz, tambien supe que ¡ me las iba a hacer yo mismo!. (plano corto del grito saliendo de mi boca al borde de un desfiladero. Plano largo mientras resuena el eco que se funde con los rugidos de las criaturas del bosque tenebroso que reposa en el valle.)

En el supermercado de mi barrio tan sólo encontré palomitas de microondas, y la primera prueba fue frustrante; siguiendo las indicaciones y consultando en el manual del microondas su potencia máxima, ajusté la rueda de tiempo en función de lo indicado para esa potencia, pero resultó ser demasiado y la bolsa salió echando humo, y más humo, olor a chamusquina, humo negro, puse la bolsa en la repisa de la ventana para amainar la neblina que se estaba formando en mi casa, y seguía echando humo cual fumarola incasable. Hasta que la metí debajo del grifo y el dragón se extinguió lanzando sus últimos rugidos feroces.

Me tuve que ir a otro supermercado para encontrar el maiz en bolsa tal cual sin inventos raros, y de ese modo continué mi autoformación para mi propio placer gastronómico. Tambien se me chamuscaron algunas, pero más o menos le tengo pillado el truco: echar poquitas y apagar el fuego en cuanto empiecen a explotar. Se me siguen tostando las que quedan al fondo, y las remolonas quedan sin hacer o medio explotadas, pero está rico el toque de la chamusquina...

Mi problema es que estoy enganchado a las palomitas, soy un palomitaitómano, me apetecen a cualquier hora, y me pregunto si le echarán algo al maíz para que me enganche así.

sábado, 21 de enero de 2006

extraños hábitos



Reglas para "5 extraños hábitos":
El primer jugador de este juego inicia su mensaje con el título "5 extraños hábitos "
Las personas que son invitadas a escribir un mensaje en su respectivo blog a propósito de sus extraños hábitos, deben también indicar claramente este reglamento. Al final, debéis escoger 5 nuevas personas y añadir el link de su blog o diario web. Es importante dejar un comentario en su blog, diciendo.... "Has sido elegido" y decirles que lean el vuestro, para que acepten o no el reto
.

Mis 5 extraños hábitos:

1. Torres de piedras. Las rutas de montaña ya trazadas suelen estar indicadas mediante pinturas o mediante soluciones menos impactantes con el entorno como los mojones de piedras amontonadas; aunque en la práctica se usa la combinación de ambas. Pues cuando veo un mojón demasiado fácil (piedras grandes abajo y pequeñas arriba) me gusta mejorarlo, poner más piedras o hacerlo más ingrávido, formando una torre con piedras grandes arriba. Tambien me gusta hacer torres desde cero, o círculos misteriosos de piedrecitas colocando una en medio en lugares estratégicos (lugares con karma, como un recodo escondido o de difícil acceso). A veces he indicado nuevas rutas alternativas no señaladas o poco señaladas, pero la siguiente vez que paso me arrepiento y desmonto lo que hice, para conservar el poco tránsito de esa zona.

2. Tenerlo todo agarrado. Aunque nunca me han robado por descuido, sí que he visto hacerlo y soy muy obsesivo con eso. Si llevo mochila y me siento en un bar, si es en el interior la coloco donde pueda verla o en contacto conmigo, si es en el exterior me la enlazo en las piernas o paso la pata de la silla por el asidero. En medio de las multitudes de gente que contempla un espectáculo callejero a veces me gusta ponerme atrás y observar a los descuideros, que se aproximan como si fueran uno más y se arriman con disimulo y cara de despiste, como intentando ver, a gente que lleva mochila o cosas atrás, fuera de la atención concentrada en el espectáculo. Este verano en Lisboa pillé a uno in-fragati trabajando la mochila de una chica, me coloqué justo detrás de él y le miré fijamente; al final se puso nervioso por mi presencia y desistió (bueno, la verdad es que no sé si logró apurar algo porque la mochila se quedó medio abierta). No dije nada y en cuanto él se marchó, yo desaparecí, seguramente volvería a rematar la faena despues. Y no dije nada, porque él estaba detrás de la chica, yo estaba detrás de él, y detrás de mí estaban, creo, sus "colegas" vigilando a los que vigilan.

3. Callarme cuando hay curiosos atendiendo a mi conversación. Por ejemplo en el metro o en un lugar silencioso, donde la gente de alrededor, a falta de otros estímulos con los que entretenerse tiene muy fácil sintonizar conversaciones ajenas. Yo no soy capaz de hablar cuando me siento espiado. Y me lo hacen pasar mal los eventuales compañeros que sin ningún pudor intentan sacar temas privados y personales en medio de una audiencia disimulada de extraños que van a prejuzgar en función de lo que oigan sin tener ni idea del contexto ni de los precedentes. En esos momentos prefiero hablar de cosas que no me interesan en absoluto, de cosas aburridas y objetivas, sin opiniones personales, o simplemente decir: luego hablamos. En el extranjero no me pasa, claro, me siento rodeado de hablantes de otras lenguas, con una probabilidad muy baja de que alguien entienda. Aun así, procuro hablar zerrao, bajo, con argot si puede ser personal mejor, arrastrao, y contraido, para ponérselo más difícil a un eventual cotilla con unas cuantas clases de castellano... el peligro es que vayas donde vayas siempre te encuentras a otros españoles, y tampoco es un idioma muy minoritario que digamos :D.

4. Guardar las bolsas bonitas, en especial las de cartón con asas de algunas tiendas de ropa, y a la hora de necesitar una para llevar algo, pararme a decidir, como se puede parar alguien a decidir qué ropa se pondrá para la cita con cierta persona.

5. Calcular la temperatura de la comida acercando la cara, en lugar de pasar la mano acerco la cara, así de paso la huelo y la oigo. (sí, la comida caliente puede susurrar).


El hábito me lo colgó Catalina, y yo a mi vez se lo cuelgo a Egocéntrico, Xpktro, Al-Khwarizmi, Grendel y a (uish, ahora no lo encuentro, luego lo edito). Algunos de ellos no sé si aceptan "memes" en su blog, pero aunque no respondan, no habrá represalias.

Nino Bravo



Mis padres no son melómanos, en mi casa no había colección de discos ni cadena para escuchar nada que no fuese la radio, hasta que alguno de los hermanos se compró una. La únicas cintas estaban en el coche, para escuchar en los viajes largos. Eran las típicas cintas compradas en gasolinera (useasé: los mejores chistes de Eugenio); las cintas de bandas sonoras de películas que regalaban con el suavizante Bernel; o cintas que algún amigo (el típico amigo que se esfuerza en hacerle una lista de bodegas en Sevilla a una persona que sólo bebe por compromiso) había grabado. En el colegio una vez nos hicieron una especie de test, y en una de las preguntas debías de poner la música que te gustaba, los grupos que te gustaban; miré a mi amigo Miguel -que estaba al lado- con intenciones de a-ver-qué-escribe-éste, y recordando las jornadas que pasábamos juntos matando marcianos, finalmente escribí: "la música del ordenador", pusimos lo mismo. Porque, sinceramente, la música y los grupos me la sudaban.

Pero volvamos al coche: entre esas cintas que ponía con despreocupación mi padre, (cuando mi madre se cansaba de cantar las canciones de la abuela por enésima vez), había canciones que empezaron a gustarme, y pensaba que las cantaba Julio Iglesias, pero no, en seguida aprendí a distinguir a Julio Iglesias de Nino Bravo. Como sólo le escuchaba cuando hacíamos viajes largos, asociaba las canciones con paisajes de autopista sobre todo, asociación que ya se ha borrado prácticamente a base de haber escuchado esos mismos temas repetidamente en otros contextos. Pero por ejemplo recuerdo que tal canción sonó una vez que estábamos pasando por tal calle de El Escorial; tal otra la asocio vagamente con un paisaje de campos amarillos.... Hay canciones que sé que si las escucho en estado sensible y soledad me van a producir daño, o un placer masoquista; me van a provocar vértigo, sensación de pérdida; pues el pasado, sea bueno o malo, nunca vuelve, es La Muerte.

En cuanto empecé a poner la radio por iniciativa propia (por cierto, vaya cacharro cascao de radio con grabador de casete que me agencié, no recuerdo de dónde la sacaría), sintonizaba emisoras musicales en modo busca-tesoros, ávido por descubrir, escuchando y hallando contínuamente canciones sueltas que ¡me gustaban mucho!. Tenía siempre la cinta preparada para grabar cuanto me gustase y quedarme con el nombre del grupo, si lo decían, o para posteriormente preguntar por ahí: "Oye, sabes de qué grupo es una que dice güen ai chus güaaan tu wí chu flaaaai...".
Continúe el proceso de asociar cada canción con el estado de ánimo y el lugar, el capítulo de mi vida que dicurría cuando la estructura de esa canción se me grababa. A la vez que me invadía la canción, se me grababa con ella lo que mis ojos veían y lo que mi cabeza pensaba, todo juntito en un mismo paquete multimedia.

Era un buen sistema para capturar el pasado, pero un sistema que cuanto más se usaba más se gastaba. Me ponía una canción cargada de imágenes pretéritas e inmediatamente volvían a mi cabeza las sensaciones de la fecha de grabación de la canción en mi cerebro, pero a la vez esas sensaciones se emborronaban con los nuevos datos del contexto de la escucha del presente. De modo que a cada escucha, la grabación sensorial original se hacía más y más confusa, más ruidosa, menos clara. Como un disco de vinilo que se ralla con la aguja y pierde calidad cada vez que lo pones. Canciones que me decían mucho ya no me dicen nada, las he quemado.
Pero Nino Bravo es uno de los que siguen sin estar quemados, quizá se hayan borrado los vídeos del pasado, pero sigo aguantando escuchar de seguido sin pestañear sus tres CDs de la discografía completa mientras trabajo, será cierto eso de que el único amor es el primero.
Y no, no voy a ponerme ahora a escuchar a Nino Bravo, seguro que por bocazas ahora voy y lo quemo... aunque las canciones quemadas tambien pueden renacer de sus cenizas, transcurrido el tiempo adecuado.

miércoles, 18 de enero de 2006

cromática de cubos



-A ver, tengo un cubo que va en rojo, con un cubo que va en azul, y un tercer cubo que no sé cómo tiene que ir.
-Pues el cubo rojo va en rojo, el cubo azul en azul, cada cual con su color.
-Sí, pero te estoy preguntando de qué color tiene que ir el tercer cubo.
-Veamos... el cubo rojo en rojo, y el azul en azul.
-¿Y el otro?
-El otro cubo tiene que tener 6 caras, 8 vértices, y 12 aristas.
-Pero es que me estás contando lo que te da la gana, no lo que te pregunto: COLOR DEL CUBO 3.
-No te preocupes, tú pon cada uno de su color.
-¿Y CUÁL es el color del cubo tres?
-Rojo.
-Ah vale, al fín, el tercer cubo de rojo tambien, como el primero... ¿NO?
-El cubo rojo de rojo.
-..!!!@#!!...Vamos a ver, el de rojo de rojo, ya lo sé, ¿y el tercero de qué?, ¿de rojo o de amarillo?
-De amarillo
-¿Y por qué de amarillo?
-¿No has dicho amarillo?
-No, yo no he dicho que sea amarillo, he dicho amarillo como si digo verde o violeta, no sé el color y por eso te lo pregunto.
-A ver, los cubos tienen 6 caras, 8 vértices, 12 aristas...
-¡ESO YA LO SÉ!
-Pues adelante.
-¿Adelante?, dime el color del tercer cubo.
-El cubo rojo de rojo.
...

Es posible que debido a mis escasos conocimientos de cromática de cubos, no sea capaz de formular bien la pregunta.
Es posible que debido a mis escasos conocimientos de cromática de cubos, no sea capaz de comprender la respuesta.
Pero sobre todo, es posible que debido a mis escasos conocimientos de cromática de cubos, esté intentando preguntar a alguien que no sabe más que yo de cromática de cubos; por eso me da la respuesta que sabe, y no la que necesito y pregunto.

lunes, 16 de enero de 2006

diálogo de una estructura



Diálogo de una estructura quejica.

Viga: Estoy tristona.
Pilar: Son los momentos negativos, no te quejes que todos tenemos lo nuestro. Por cierto, ¿tienes aspirinas? noto una fuerte presión en la cabeza.
Viga: No, lo siento. Ains... ¡cómo envidio a la viga del voladizo!.
Pilar: Bueno, tiene que soportar una gran carga ella sola, además es muy extremista.
Viga de Borde: Extremista y caradura, su trabajo no veas lo pronto que nos lo endiña a los demás, pero ojito con pasarle trabajo a ella.
Viga: Mira el lado positivo, tú eres su mejor apoyo.
Viga de Borde: No te creas, también están las viguetas, con ellas está todo el día de tira y afloja, y a mí me pillan siempre en medio.
Viga: Tranquila, no pierdas los estribos.
...
Pilar: El pilar de al lado sí que tiene suerte, es tan flojo e incompetente que al final me cargan a mí todo su trabajo.
Pilar de al lado: ¡Envidia cochina!.
Pilar: Viga, retuércele la cabeza.
Viga: No puedo, está articulado el muy cabrito...
...
Muro: ¡¡¡Maciza!!!
Viga: ¿a quien le dices?, Murillo.
Muro: A la losa del quinto.
Viga: Cuidado con mosquearla, que me consta que anda bien armada.
Pilar: Y además es muy pesada.
Muro: ¿mande?
Viga: Murillo, ¿No nos oyes?
Pilar: Está sordo como una tapia desde que le pringaron de aislamiento.
Viga riostra: ¿puedo decir algo?...
Pilar: No, no puedes. Que todos sabemos que tienes pocas luces.
Losa: Pilar, tu siempre pinchando.
...
Muro: ¿un poco de música?
Viga: Venga, ahí voy, que tengo un buen canto.
...
Zapata: ¡EHHHH!, ¡Los de arriba, un poco de silencio!.
Pilar: Anda calla tú, y a ver si te asientas de una vez y me dejas estirar los pies un poco.
Zapata: Ya quisiera yo asentarme, pero me tienen bien agarrada mis dos vecinas.
Losa: Por cierto, Zapata, tú que te enteras de todo, ¿qué sabes de Palomero y sus amigos?, hace mucho que no tengo noticias.
Zapata: Ah, ¿pero no te has enterado?.
Losa: No, estoy rodeada de pilares acaparadores, sin un sólo momento para compartir lo que viene de arriba.
Zapata: Pues se los cargaron a todos con la ampliación de la última planta.
Losa: ¡Qué horror!.
Zapata: Tranquila, por suerte nosotros somos intocables, nadie se atreve a eliminarnos.
Pilar: No te fíes, hay cada loco.... No sabes la de veces que me han mirado con cara de malas intenciones refiriéndose a mí como "esa columna...".
...
Rasillón: ¡¡Ey troncos!!!, ¿habeis visto que piercing más chulo me están haciendo?
Pilar: ¿Piercing?, yo juraría que te van a reventar ese cerebro hueco que tienes.
Rasillón: Que no colega, que es un agujerito de nada, no duele.
Losa: Verás cuando te cuelguen la estantería si duele o no.
...
Hormigón pobre: Algo pa comer... que Dios se lo pague...

lunes, 9 de enero de 2006

emu tuneado

He aquí, por orden: el emu original, el tuneo de Herel, el de Egocéntrico, y el de Jenesis.

Y si alguien más se anima...
...y como nadie más se anima, pongo otro:

miércoles, 4 de enero de 2006

desorientación temporal



Las últimas semanas de Diciembre y Noviembre falté a todas las clases de francés de la Escuela de Idiomas, por verme apurado de tiempo con otros asuntos, de modo que muy resuelto yo a ponerme al día, salí hoy hacia la primera clase del nuevo año.

Tomo el metro, ando un trecho, y conforme me voy aproximando noto algo extraño: la falta de trajín de estudiantes característica que suben y bajan por la calle, tanto por la Escuela de Idiomas como por la presencia de un Instituto y un centro universitario. Algo falla... claro, es 3 de Enero, las clases empiezan la semana que viene...()...

Muy disimuladamente pasé de largo sin detenerme, cambié de acera, doblé por una calle, y me volví andando a casa con mi carpetilla chillona bajo el brazo, intentando esconderme de un observador invisible que se había percatado del suceso y se estaba partiendo de la risa.

lunes, 2 de enero de 2006

una lección de arte

Partimos de una foto tomada en la A6 cierto día de atasco total debido al corte de carriles por unas amenazas de bomba.



A continuación abrimos el famoso programa de retoque fotográfico Shopofhop y procedemos a aplicar unos filtros, por ejemplo una distorsión por ondas y un acabado pictórico de regruesado de bordes.

Et Voila!:



Listo para colgar en el Museo de Arte Moderno con el nombre "Retención en dirección salida".