Riquiriquiríiiii, ririñikiñikirririiii... me estaba poniendo de los nervios, sobre todo porque me mirara la gente. ¿Ya no ponen musiquilla de fondo para disimular ese silencio incómodo roto por mi carrito?
¡¡¡ Sí, ya lo sé. Chirría. El carrito, no yo. Me ha tocado el que chirría !!!
Cornicabras
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Las laderas de los montes están cubiertas por un bosque bajo de encinas y
cornicabras, que en esta época del año salpican de ocres y rojos el
paisaje. En l...
10 comentarios:
Y espera a que te toque el carrito con rueditas atoradas, pero solo se le ocurre fallar cuando ya vas hasta el fondo del centro comercial!!
Besos
_te comprendo perfectamente, me he sentido identificada al 100% xD
Je, je. Ya me imagino acordandote de la madre del carrito y del aceite que perdió :D.
Zereth, leí en un artículo sobre tácticas comerciales que los carritos se fabricaban imperfectos, tendiendo a desviarse hacia un lado, de cara a que el comprador tardara más tiempo en atravesar las zonas y se acercara más a las estanterías para echar cosas.
_yh. _entrarías cuando yo salí :P
Por cierto, parece que programas en Inform, donde para distinguir, por ejemplo, un pronombre en mayúsculas de uno en minúsculas, se escriben así: (_el) (el).
Jobu, el carrito no tenía la culpa el pobre.
Les tenías que haber puesto una hoja de reclamación porque no hay derecho a tener un carrito así que puede provocar un ataque de nervios.
Si consigo que el médico argentino de los Simpsons me firme un certificado médico de crisis nerviosa para el juicio...
Pero claro, la denuncia debería presentarse en USA, allí donde alguien que se escoña, intentando escaparse por la ventanilla del baño para no pagar la cuenta, puede denunciar al dueño del local, pedirle una indemnización, y ganar el juicio.
Bueeeeno... no es tan grave, ¿no? ¿Era un supermercado o una biblioteca?
No tiene nada que ver con tu post, pero te lo cuento: en Edimburgo es bastante común que en las casas el baño esté dividido en dos partes: una habitación para la ducha y el lavabo, y otra unicamente para el water, ya sabes, tipo water de bar. Pues unos colegas tenían en la puerta del suyo la foto del tio Sam, de tal forma que cuando te sentabas a soltar tus miserias ese hombre te señalaba y te miraba con esa cara tan inquisitiva. Ni que decir que se te cortaba completamente en rollo.
Un saludo,
Querida enemiga: ¿qué más da? ambos sirven para alimentarnos.
Bito, igual al final te acostumbras y hasta lo echas de menos... voy a al servicio, ¿alguien quiere entrar a mirar? :D
jajaja, así uno no pasa desapercibido en el supermercado.
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