-¡Ah del castillo!
...
-¡He dicho AH del castillo!
...
-¡Eeeeeeeh!
-¡Deja de berrear y pulsa el timbre, gilipollas!
[din-don]
-¿Quién va?
-¡Abridme!, soy el caballero de la Rosa Amarilla, y tras viaje de varios días, me presento muy furioso a rescatar a la princesa que aquí se falla presa.
-Me temo que no podrá ser.
-¿Cómo que no podrá ser? ¡Os exijo que abrais!
-Repito que no.
-¡Abrid malandrín, maldito patán; bellaco de postín, retaco rufián! Llamad a vuestro señor, el Conde de Melonares, y que dé la cara, si no es un cobarde.
-Mi señor no es que sea un cobarde, pero está durmiendo la siesta en estos momentos y no recibirá a nadie, manque sea el mismo Dios. De todas formas, no es el Conde de Melonares mi señor sino el Conde de Limonares. Habeis equivocado el castillo; el de la princesa cautiva es el número 18... por allí.
-Perdón, aquestos castillos adosados son tan parecidos...
-La próxima vez fijaos en el escudo nobiliario, que para algo luce puesto en el balcón. En el de mi señor, como podeis ver, hay limones, ¿mas veis algún melón?
...
-¡Ah del castillo!... ups... el timbre.
[din-don]
-¿Quién anda ahí?
-¡Abridme!, soy el caballero de la Rosa Amarilla, y tras viaje de varios días, me presento muy furioso a rescatar a la princesa que aquí se falla presa.
-Me temo que no podrá ser.
-¿Cómo? ¿Acaso pudiera haber errado de nuevo de propiedades y no sea aquéste el castillo del Conde de Melonares?
-Sí, estais en el castillo correcto. Pero la princesa sólo se encuentra prisionera de lunes a viernes, de 8 a 3. ¡Hoy es Domingo!, de modo que volved mañana por la mañana.
- ... [carita triste de decepción como respuesta del caballero, que ablanda al guardia tras la puerta, (le ve por de ésta un agujero)]
-Pero ya que os veo con las ganas de fatigas al hombro, y para que no desaprovechareis el camino fecho, pudiereis subir hasta el Cerro de la Umbría (a treinta minutos de viaje, a caballo, en silla) para que así os batiereis en mortal lid con el dragón de fuego, que ese sí que recibe los fines de semana, en su cueva, a cualquier caballero. Es la ocasión, pues de lunes a viernes está ausente, en su ocupación, asolando la comarca y matando a la gente.
9 comentarios:
Ojo, que el dragón exige cita previa, pero es de los que luego no respetan la hora de la cita, sino que llama por el orden del turnomatic que tiene a la puerta.
Qué raro... un dragón trabajando sábados y domingos... encima de casiextintos, pringaos...
Deyector, sí, pero no te confundas de cola: la del dragón es roja, de escamas con dentículos; la de la carnicería es blanquiamarilla, de señoras mayores con bolso. (Es que están juntas)
Flu, en verdad para ellos no es un trabajo; es hacer barbacoa en casa los fines de semana.
La princesa que es funcionaria no?
No es funcionaria, pero es nobiliaria: trabaja por hobby, no por necesidad.
Grrrrrrr, grgrgr, llevo días intentando dejarte un comentario aquí y cada vez que intento enviarlo me dice que la página está vacía! Desgrasiadas maquinitas... Total, que se me ha olvidado hasta lo que iba a escribir...
Ah, sí!
Que bueno lo de "aquestos castillos adosados" jiji.
No habrá una vacante para princesa o dragón por ahí? :P
(cruzo los dedos y le doy a acceder y publicar...)
Y el dragón estará sindicado?, porque eso de trabajar en fines de semana igual es hasta competencia desleal...
Muy bueno el relato, jeje.
Saludos
jc77, sí, le hace la competencia a la horripilante criatura del lago oscuro, que sí que descansa los Domingos porque tiene familia que atender. Pero esas actividades no se acogen a ningún sindicato.
Taza, pues no sé, preséntate al casting.
-Número 287, Taza de Café, de Madrid.
-Uahhhahahuuhhhhgrrrrromo una olaaaaaaaa...
-Suficiente, muchas gracias. Número 288, David Bustamante, de Asturies.
Me gusta verme reconocido en el pringado caballero del tractor amarillo.
Me gusta tambien tener un blog introspectivo -aunque me suene feo- linkado desde esta página.
Saludos.
ooohmyblog.blogspot.com
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