lunes, 27 de diciembre de 2010

círculos de la muerte

La oruga procesionaria (Thaumetopoea pityocampa) es muy abundante en nuestros pinares, suponiendo con frecuencia una plaga, por lo que no es raro encontrar trampas para acabar con ellas colocadas por los agentes de conservación. La trampa usual consistente en unas bolsitas de plástico colgadas de los árboles.

El nombre de esta oruga es bastante explicativo sobre la situación en la que nos la podemos encontrar: formando trenecitos en donde la primera avanza en busca de un árbol y las demás simplemente se aferran a su cola y la siguen.
No parece haber jearquías claras, sino que éstas se forman por casualidad, la que queda primera en medio del revoltijo es la cabecilla.
Si en cualquier momento la quitamos de en medio con un palo y la ponemos al final, será la segunda la que lidere la "conga", o si la cabeza de una comitiva se encuentra con otra, el grupo convergirá en un único tren más largo. Se someten al orden en el que caen por azar, sin pelearse por adelantar puestos.

Una diablura que seguramente habréis hecho alguna vez es colocarlas en círculo, uniendo la cabeza de la primera con el culo de la última.
En el momento en el que cualquier oruga tiene a otra delante, deja de pensar en rumbo alguno y se limita a seguir al tren.
Esta forma circular termina irremediablemente de forma fatal, salvo que fortuítamente se rompa. El grupo no llega a ninguna parte, dando vueltas en círculo, hasta morir de inanición.
Orugas procesionarias en La Pedriza
Las hormigas se desenvuelven con aparentemente más libertad, aunque también es frecuente ver largas "autopistas" que unen un hormiguero con otro, con la significativa diferencia de que este camino es sólo una vía principal de comunicación, que no impide que cada cual se salga o incorpore en el punto en el que considere oportuno.

El caso es que acabo de ver un reportaje en el que se muestra que las hormigas también pueden caer en la trampa de los "círculos de la muerte" o "espirales de la muerte"

En este caso sucede cuando un indivíduo líder, una hormiga guerrera, por alguna extraña causa que, humanizándola, podemos asociar con la locura, decide andar en círculos y segregar feromonas de llamada hacia las hormigas obreras. Éstas acudirán al olor, y seguirán ciegamente a la guerrera, hasta desfallecer, por una ruta que no lleva a ninguna parte.

Hormigas rojas de Guadarrama
Al igual que con las procesionarias puestas en círculo, sólo una intervención exterior que rompa el círculo puede salvar a los insectos borregos de su fatídico destino.

Sabía de casos de hamsters que se volvían locos describiendo círculos contínuamente, como un gato persiguiendo su propia cola, y ello era debido por lo visto a un daño en uno de los hemisferios cerebrales. No se trata de ninguna gracia del roedor, sino de un daño muy grande para él.
En este caso, al no ser animales tan gregarios, la locura de uno no conduce al desastre por imitación del resto de la comunidad.


Vídeo sobre la presión del grupo:


Varios actores se introducen en un ascensor donde se encuentra un indivíduo ajeno al experimento, el conejillo de indias.
Los actores, según van entrando, se colocan todos de espaldas a la puerta (una actitud contraria a la inercia habitual en un ascensor), pese a la rareza del comportamiento de los otros, el sujeto, al verse en minoría, siente que el raro es él y trata de adaptarse al comportamiento grupo, por muy inusual que resulte.
No sé si es una broma, por lo exagerado que resulta en este caso.

6 comentarios:

Toni dijo...

Vaya!
Me recuerda a 47 millones de españoles siguiendo a un líder enajenado...pero con mejor música.

Salu2

Herel dijo...

Con esa música a mí me sugiere más bien a 47 millones de españoles intentando linchar a un líder enajenado ;D

Piedra dijo...

Seguimiento ciego de los lideres y del poder establecido.
¿Así que estamos delante de las hormigas y detrás de los hansters?

Herel dijo...

Efectivamente, estamos detrás de los gangsters...

neko dijo...

Si nos dejaran hacer pruebas seguro que los humanos también podríamos morir de alguna manera similar. Esto me recuerda a una historia de la biblia en la que todos siguen como borregos durante tropecientosmil años a otro tipo... pero claro a eso lo llamaban fe.

Oye, les haciais eso a las orugas!!! me parece fatal.

Herel dijo...

Sólo hice una vez lo del círculo, aunque he hecho otro tipo de experimentos, como los comentados de cambiarlas el orden o ponerlas a revoltijo a ver cómo se reorganizaban.

Fe, o subordinación al liderazgo.