A lo largo de la historia siempre ha habido verdades obvias, cuya puesta en duda situaba al incrédulo a la altura de un inculto, un patán, o un hereje.
El caso es que la inmensa mayoría de los reprochadores (y a veces todos) ni tenía medios ni pruebas concluyentes para demostrar esa verdad por ellos mismos, simplemente se fiaban de su autoridad favorita, cuya opinión al final se transformaba en la opinión común por efecto de los replicadores.
Por otro lado, también solemos apoyar las nuevas teorías por encima de las viejas. Damos por hecho que lo nuevo surje siempre porque es mejor que lo viejo, si no fuera así no tendría sentido ¿no? Si lo que viene no es mejor entonces las cosas se quedarían como estaban...
Ante dos teorías de pensamiento, si una es del siglo XX y otra del siglo XXI, seguramente todos tenderemos a adoptar la del siglo XXI, la última, y seremos más megamodernos por ello.
Pensando mezquinamente, ¡qué forma más fácil de desprestigiar una verdad o mandar al carajo algo que funcione bien! Basta con sacar una teoría contraria que simplemente sea posterior a la postulación de la antigua y por tanto convierta en obsoleta a aquella verdad, y en inculto desactualizado a quien la defienda.
"Se ha demostrado recientemente que...". Ya verás que como sueltes la teoría antigua alguien te casca lo de que "ahora han descubierto que...", lo cual no es necesariamente malo como pura información de que existe una réplica, lo malo es que además lo de por bueno sin proceso crítico, por pura fe de la novedad.
5 comentarios:
NO se, yo diría que es al contrario, las nuevas teorías son difíciles de aceptar por la ciencia oficialista.
Y mas si vienen de científicos poco conocidos.
A veces la estadística o la teoría matemática parecen suplantar a la lógica, la evidencia o la experiencia personal.
Esa es la otra posibilidad, el inmovilismo.
Sí, yo creo que de hecho es la peor postura que adopta la mayoría de la gente, la tradición, creer que algo es verdad porque lleva mucho tiempo siendo así, impide evolucionar, avanzar..
Yo creo que está bien conocer las diferentes teorías, y ser UNO MISMO el que decide cual tiene más credibilidad, sin importar que una teoría/idea sea apoyada por la mayoría. Y es precisamente ésto lo que indudablemente se cumple en cumple casi siempre, que se hace más caso de lo que piensa la "mayoría"...
Me parece muy interesante estudiar lo que sucede en la naturaleza para entender nuestra especie, que por más que algunos crean que es muy diferente, seguimos siendo animales. La unión hace la fuerza!
Estoy con Piedra. Pienso que si es un tema científico, tampoco podemos los ciudadanos de a pie reproducir esos estudios o teorías en nuestra casa para sacar conclusiones propias, así que no nos queda más remedio que ver cómo evolucionan a través de los años, estar pendiente de noticias y ahí quizás ya sí se tenga algo a lo que agarrarse.
Lo poco que yo he visto es que los científicos de turno, se acomodan con su bata blanca detrás de las mesas de sus despachos, y aunque les estén contando el mejor de los descubrimientos, con tal de que no peligre su status en la universidad, fundación u organismo en que estén, suelen tirar por tierra a esos nuevos y honrados científicos que suelen ser más jóvenes que ellos, con tal de seguir ocupando esos puestos de poder, y ya no digamos si las nuevas teorías echan abajo postulados que han defendido durante toda su vida.
¡Inmovilismo no!.
Yo trabajo en investigación-innovación... y de la experiencia que tengo, opino que a veces es muy triste, porque sólo se investiga lo que da dinero, lo que interesa en ese momento, aún perteneciendo a un organismo público, y la mayoría de las veces haces estudios para demostrar algo que sabes de antemano, o que quieres que salga así. Los datos muchas veces son subjetivos, hay que saber interpretarlos, sobre todo cuando algo no está demostrado, tienes que CONVENCER de que lo que tú dices es cierto, aunque sepas que no está tan claro..y los demás, no les queda otra que creerte, si no son "expertos" se fían de tu palabra.
Por eso pienso que hace falta más innovación, y de entrada, no asumir que lo que está escrito es verdad
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