miércoles, 3 de noviembre de 2010

la yanura

I
Deserto del desierto y despierto, tuerto,
con un sólo ojo abierto,
   con el otro aún duermo.

Contemplando la yanura descubrí una falta de ortografía,
   en aquella falta de orografía,
hasta que divisé algo que no supe si era o si no era,
   pero al final si era: sierra.

Se levantaba a lejos, helada ladera,
   bosquejos de tejos de vieja madera,
que nunca fue vejada por la sierra. 

II
El errante andante va delante,
delate su hambre su boca babeante.
¡Aguante hasta el restaurante!
¡Como entrante una rima consonante!

Con su guante menguante, roído del desgaste,
agarre un nido vacío, sin nada que zamparse,
lo arroje al estanque, y continúe su camino,
hacia ninguna parte, donde dicen crece un pino.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Supongo que lo has hecho con un generador de esos de poesías y ha quedado muy bien, para gustarme a mi que no me gustan un pelo :-)

Herel dijo...

Que va, tendría mucho nivel el programa si hiciera aliteraciones y juegos de palabras.

Anónimo dijo...

Jajaja pero qué paranoia de poesía, la estoy releyendo y la has ampliado no? es muy divertida entre el restaurante el pino y al que se le cae la baba xD

Herel dijo...

Sí, la amplié ;)

Pepe Deapié dijo...

Graciosa y muy ingeniosa. ;-)

Trinity dijo...

Además de tu ingenio natural, las musas te visitan, qué suerte :)