martes, 16 de noviembre de 2010

La pandemia programada

Los meses finales del pasado 2009 tuvieron como noticia relevante la polémica sobre la gripe-A, con un seguimiento y propaganda mediática bestial, a la que sólo le faltaba instalar un marcador electrónico en cada ciudad para ir contando los nuevos casos y nuevas muertes.

La gripe A-H1N1 no era una gripe nueva. Está documentada a principios del siglo XX. Tras unos años desapareció, y por los 70 volvió a aparecer, supuestamente sintetizada en laboratorio a partir de una muestra de tejidos infectados congelada.

En Febrero de 2009, los laboratorios Baxter de Austria distribuyeron a varios laboratorios de cuatro países europeos 72 kilos de dosis para vacunar a la población de la gripe común anual. A un técnico de laboratorio de la República Checa le dió por hacer una prueba fuera de programa, consistente en inyectar dichas vacunas a varias comadrejas de laboratorio. Todas murieron, lo cual despertó la alarma.
Una vacuna normal está compuesta principalmente por un antígeno y un coadyuvante, el antígeno es el virus contra el que se pretende defender al organismo, pero sometido a radiación para debilitarlo.
El coadyuvante sirve para excitar al organismo y potenciar la producción de anticuerpos contra el virus.

Tras la alarma, se analizaron las vacunas suministradas y se encontró que contenían antígenos sin radiar de la gripe estacional, y además otros de la gripe A-N1H1. Es decir, más que una vacuna aquello parecía un virus combinado diseñado para infectar a la población.
Se especula que el objetivo de combinar ambos tipos de gripe sería conseguir lo mejor de cada una de ellas. Una tiene una importante tasa de mortalidad, pero baja tasa de propagación; mientras que la otra tiene baja tasa de mortalidad pero alta tasa de propagación. ¿Qué tal conseguir una nueva gripe con alta tasa de propagación y alta tasa de mortalidad?
Hubo denuncias, investigaciones contra los laboratorios implicados, que por Noviembre de 2009 se suspenderían, como si no hubiera pasado nada.

Seguimos avanzando: allá por el verano del 2009 empezó a hablarse de los primeros casos de gripe A, una gripe, recordemos, con una tasa de mortalidad inferior a la de la gripe estacional de cada año. Aun así, la campaña mediática fue desproporcionada, la OMS anunció en poco tiempo una pandemia, teniendo para ello que corregir la propia definición de pandemia.
Anteriormente una pandemia era a grandes rasgos una enfermedad con un rango de alcance mundial y una alta tasa de mortalidad. Lo de la alta tasa de mortalidad lo borraron, pues ya hemos dicho que la gripe normal tiene una tasa más alta de mortalidad que la gripe A, y además también es mundial, y no por ello vivimos en eterno estado de pandemia.
En caso de declararse el estado de pandemia, la Organización Mundial de la Salud deja de ser un institución que hace recomendaciones para pasar a dar órdenes a los países sobre las medidas a adoptar.

Vamos resumiendo: a principios del año 2009 la industria farmacéutica intentó propagar un virus entre la población escondido en las vacunas para la gripe estacional habituales. La treta fue detectada cuando un técnico de laboratorio checo realizó unas pruebas por su propia cuenta y sin que nadie se lo pidiera.
A pesar de esto, meses más tarde aparece la gripe A, una gripe con una mortalidad inferior a la gripe normal, pese a lo cual la OMS declara el estado de pandemia, y varias multinacionales farmaceúticas empiezan a negociar la venta de vacunas con los países del mundo imponiendo ventajosas condiciones.

Estas farmaceúticas, entre sus condiciones, incluyen una cláusula de exención de toda responsabilidad respecto a los efectos secundarios adversos que puedan tener dichas vacunas.
Los países comienzan a comprar vacunas a mansalva firmando el citado acuerdo de exención de responsabilidad. Al mismo tiempo tratan de imponer la VACUNACIÓN OBLIGATORIA a toda la población, barajando multas, prisión o despidos a quienes se nieguen a recibirla.

El Estado de Nueva York dicta la vacunación obligatoria a todo el personal médico de los servicios públicos de salud*(1). Los afectados se revelan y no tiene éxito.
Francia impone la vacunación obligatoria para todo el cuerpo policial y sus familiares. También es repelida con protestas.
Bélgica aprueba un proyecto de previsión de vacunación obligatoria general, que también es boicoteado por la acción ciudadana.
En Alemania un famoso periódico realiza una encuesta sobre la posibilidad de imponer una vacunación obligatoria, resultando con un 90% de los encuestados en contra.

¿Qué está pasando aquí?
Todo apunta a que los gobiernos están comprados (bueno, eso ya lo sabíamos) y tratan de tantear y sentar precendentes para imponer poco a poco la vacunación global obligatoria.
Empezamos con el personal sanitario... luego poniendo como ejemplo al personal sanitario lo extendemos al resto de la población... luego poniendo como ejemplo que ya se ha realizado en varios países importantes se impone en otros...
En el caso de España el discurso sería, como en anteriores ocasiones, tal que así: "Estados Unidos y los países más importantes de la Unión Europea ya han realizado la vacunación obligatoria decretada por la OMS"... y con este argumento acomplejante, si lo ha hecho el norte de Europa, pues se puede imponer tranquilamente cualquier cosa aquí.

En fín, que la intentaron colar, pero lo único que consiguieron es que muchos países compraran con dinero público millones de vacunas, la mayoría de las cuales se han tenido que tirar a la basura. Grandes beneficios para las farmacéuticas y cero responsabilidades. El dinero sin duda les servirá para preparar el próximo golpe.
Además, mencionar que las vacunas para la gripe A contenían como coadyuvante un elemento que había sido descartado tras comprobar los efectos que tuvo en la vacunación contra el ántrax en la Guerra del Golfo y otros casos, pues empezaron a surgir demasiados casos de parálisis progresiva.

*(1) Aunque en Estados Unidos no hay Salud Pública a nivel general, algunos Estados en concreto sí proporcionan servicios públicos de salud.

La información está extraída del vídeo de Teresa Forcardes.
En este blog podéis encontrar más información así como los enlaces a las diversas partes de éste y otros vídeos.
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Teresa Forcardes además de médico es monja y feminista, y al finalizar su discurso sobre la pandemia, pasa a minimizar o depreciar rápidamente la importancia de la teoría de la conspiración, aduciendo que no es algo nuevo (como tampoco lo es la gripe A). En medio de un mundo en caos, considera que desde tiempos de los romanos o los incas, ha habido grupos que intentaran poner un orden... con la mejor intención.
Esta última coletilla me hace pensar que está marcando posición para el caso de que se añadiera un ejemplo más de los grupos que han intentado imponer un orden a lo largo de la historia: La Iglesia... con la mejor intención, claro.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Todavía me acuerdo del estúpido slogan "No beses, da la mano". Yo creí que me iba a morir y lo digo completamente en serio, con los problemas de asma si encima cogía esa gripe pensé y lo digo de verdad, que no pasaría de ese invierno. Fui al médico y me dijo que no me vacunara y mepuso cara de decir: esto es un timo, pero sin poder decirlo no sé si me explico, pero como no me quedé convencida fui a dos farmacias en las que me dijeron lo mismo, que si ni los médicos se la ponían no me comiera la cabeza.
Y la OMS ahi sigue, nadie ha dimitido ni nada de nada, qué asco me da la OMS y la madre que la parió, que pasa con todas las mujeres que abortaron por su culpa, es increible! Inventan la enfermedad para vendernos el remedio y aquí no ha pasado nada.

Herel dijo...

Pues ya ves, la historia de siempre. ¡Aquí no ha pasado nada, el fútbol y el programa de Belén Esteban siguen en la programación para amenizarles la existencia!

Unknown dijo...

Puede ocurrir el escándalo más grande que podamos imaginar y nunca pasa nada. Los medios de desinformación los ocultan y en paz. Nadie dimite, pero además cuando lo miras desde una perspectiva histórica son las mismas familias las que generación tras generación están dominando la sociedad.