miércoles, 7 de febrero de 2007

involución

-Mira, vamos a quemar ese bosque para divertirnos.
-Venga.

El detector dió la alarma, y en media hora llegó el equipo de bomberos desde la estación más cercana, a 10.000 kilómetros.
La nave planeó sobre la zona liberando agua a presión. Al rato descendieron los bomberos para rematar sobre el terreno las brasas vivas, limpiar la zona y repoblar.

-Serán capullos, ¡lo que han tardado!, casi nos quemamos.
-Bah, esto ya es aburrido, y tengo hambre. Volvamos.

En el siglo XXIV el 95% de los habitantes de la Tierra son androides. El otro 5% - los humanos- ya no tiene que trabajar. Puede hacer lo que quiera, teniendo el resto del mundo a su servicio. Por tanto, los humanos se dedican a viajar, a crear arte que se almacena en museos que nadie visita, a bailar, a cantar, a dormir, a follar, a crear ociosamente y a destruir ociosamente... No les falta de nada, el mundo se ha vuelto sostenible debido a que los androides apenas consumen recursos ni debastan; más al contrario, arreglan y limpian la mierda de los humanos. Y los humanos son tan pocos... que sus destrozos sobre el ecosistema son reparados fácilmente por el trabajo conjunto del propio planeta y los androides. Se quedan en algo anecdótico, no como en siglos pasados en los que la velocidad de depredación de la ingente masa humana superaba la velocidad de autoregeneración de La Tierra.

-Soy el ciudadano 45.732. Querría cambiar de residencia. Querría residir una temporada en Amazonia, en medio de la selva, una casa con campo de golf de 10 hectáreas.
-Le enviaremos 55 ubicaciones posibles conforme a sus necesidades. Una vez se haya decidido, su nueva residencia estará construida en una semana. Le recordamos que sólo está permitido un máximo de 30 viviendas por persona, de modo que tendrá elegir cuál de sus 30 actuales hay que desmontar para rehabilitar el territorio ocupado.

El único requisito para que esta sociedad funcione es que la población humana se mantenga estable, así como la ocupación del territorio. Cada persona puede tener un único hijo, un descendiente que puede ser un clon, si se gusta demasiado a sí mismo.

-Soy el ciudadano 983.763, he compuesto 12 canciones y mañana quiero dar un concierto en Nueva York. Quiero un escenario con 20 pantallas gigantes, 5 músicos vestidos de rockeros, y 100.000 espectadores coléricos que se sepan las letras.
-Bien.

La propiedad privada ya no tiene sentido pues la densidad de población ha descendido tanto, que cada humano dispone para sí de territorio, recursos y siervos gratuitos suficientes. No necesita pelear con nadie por los recursos. Cada objeto que desee sólo tiene que pedírselo al Gobierno, y éste se lo proporciona, porque es su derecho como ciudadano recibir todo lo que quiera, y es obligación del Gobierno como gobierno el proporcionar a los ciudadanos todo lo que quieran. El Gobierno es un superordenador: un cerebro central que organiza a todos los androides trabajadores del planeta, controla sus funciones y la producción de nueva tecnología.

Hoy he cogido mi aeronave, y he viajado hasta Peking, para visitar un museo. El último visitante había pasado hace tres años. No obstante, todo está impecable, como los androides no tienen vida privada, están ahí siempre en su puesto por si a alguno de los humanos del planeta le da por presentarse sin aviso. Y lo mismo en los restaurantes, los garajes, los aeropuertos, las tiendas gratuitas...
En verdad no me gustan los cuadros de este museo, he venido aquí para reirme de ellos y pegarles unos cuantos tiros con mi pistola. Ya los restaurarán...

Tras la visita, vuelo hasta Tokio, y entro en uno de los muchos restaurantes. En este en concreto no entraba nadie desde hacía dos años. El camarero me trae la carta con una gran sonrisa. Elijo mi menú e inmediatamente varias naves salen en vuelo urgente desde varios puntos del planeta para traer los ingredientes frescos, producidos al natural, a este restaurante. Mientras espero, salgo a dar una vuelta por la parte de la ciudad que no se ha desmontado, conservándola como recuerdo. Observo a lo lejos el monte Fujiyama, y se me antoja comer en la cumbre.
-Soy el ciudadano 123.745, querría comer en lo alto del Fujiyama.
-En veinte minutos estará construido el comedor. La comida que ha pedido se le servirá allí.

La especie humana ha llegado a un punto de inflexión: acorde con su nuevo ecosistema, en lugar de continuar evolucionando está degenerando, dejándose cuidar por los androides y abusando de su poder e impunidad con despotismo.
La palabra más empleada es "quiero" y el pensamiento más usual es "tengo derecho".

2 comentarios:

aiyana dijo...

bufff los dos ultimos párrafos son bestiales, te los voy a copiar ;), muy de acuerdo contigo.

Herel dijo...

No copies, o te inspiras o citas, ricura. :)