A parte de que si eres consciente de los fallos y los problemas, vivirás menos tranquilo y con más trabajo.
Hay un capítulo de los Simpson muy notorio respecto a esto. Todos conocemos el perfil de Hommer: un inútil, primario e inconsciente, pero que pese a ello ocupa un cargo de responsabilidad en una central nuclear y disfruta de una vida cómoda. ¿Sería esto posible en la realidad?... sí. El tema está en que no trabaja solo, y por tanto su ineficiencia y su inconsciencia es reconducida hacia el resto del personal. Se va repartiendo, pero no de cualquier forma, sino que sobre cada compañero recae un peso extra directamente proporcional a su valía. De esta forma funcionaría la central nuclear en la que trabaja Simpson.
Por ejemplo, tenemos a cuatro personas cargando con una mesa, una levantándola de cada esquina. Quizá sería lógico pensar que el peso de la mesa se reparte a partes iguales entre cada uno de los portadores, entre cada una de las patas. Pero la realidad no es así: los soportes más débiles reciben menos carga, y esa carga es reconducida automáticamente a los soportes más fuertes. De este modo la mesa no se cae nunca... hasta podría sostenerla un solo porteador mientras los demás se dedican a sus cosas personales.
Este proceso puede ser invisible, el soporte débil puede delegar peso simplemente ejerciendo menos fuerza sin que el soporte fuerte achaque el extra que recibe a la inoperancia de su compañero. Quizá está acostumbrado, quizá es más consciente del riesgo de que se caiga la mesa.
Bien, en el capítulo éste de los Simpson, resulta que llega un empleado nuevo: Frank Grimes, un gran talento que sabe hacer bien su trabajo, pero al que la vida no le sonríe demasiado. Quizá debido a su eficiencia, tiene que trabajar más: lo suyo y lo de los inútiles como Simpson. De esto modo los inútiles pueden disfrutar de una vida normal: con su trabajo de rigor y su tiempo libre para vivir, mientras Frank no vive...
Cinco personas trabajan en un equipo, tres de ellas disponen de mucho tiempo libre, jamás se llevan el trabajo ni los problemas a casa... apenas tienen problemas laborales o no son del todo conscientes de ellos porque siempre se acaban solucionando... ¿solos?. Las otras dos viven atacadas, viven y duermen con el trabajo, porque tienen que hacer el suyo y más. Son los que resuelven los problemas que se arreglan ¿solos?
Para mí el trabajo es un medio, no un fín, así que, si trabajara en una empresa, preferiría que la mesa se estrellara antes que sacrificar mi vida para ganerle el sueldo a un maniquí.
Claro que, esto es muy fácil de decir, pero estos sujetos son altamente peligrosos sobre el terreno. Cuando ves que no puedes contar con ellos o que si cuentas con ellos, luego te tocará trabajar el doble para corregir y rehacer... al final caes. Y miras el lado bueno, "al menos así sé que no habrá problemas". La trampa está en que al trabajar en el mismo equipo, si ellos caen tú caes, si su trabajo queda defectuoso el tuyo también. Y el instinto de supervivencia puede más que la lógica de dejar que un inútil se estrelle... porque no se va a estrellar solo, pues te impone una autodestrucción solidaria.
En cambio, cuando te encuentras con un hipereficiente... corres el riesgo de convertirte en el inútil: dormirte en los laureles y despreocuparte, porque los problemas se resuelven "solos". Ya hay otros que se desviven para arreglarlos, tú a disfrutar de tu tiempo libre que es lo más valioso del mundo.
Mismo trabajo= mismo sueldo... ¿para una distinta implicación y responsabilidad?
Supongo que la empresa privada valorará esto... hasta donde se le permita.
La pública... está blindada, te puedes limitar a hacer estrictamente tu trabajo... o no. Si la empresa pierde dinero, si funciona mal, si tu equipo no rinde... da igual, es una empresa pública, no sería la primera ni la última que no es rentable, y los "derechos laborales" priman sobre la operancia laboral.
"Curra poco y tírate el moco"
5 comentarios:
¿Tú eres yo o pensamos lo mismo sobre este tema? ¿Trabajamos en el mismo sitio y no nos conocemos?.
Madre mía lo que tengo que sufrir yo los escaqueos de los demás y eso que trabajo en una empresa privada.
Por cierto hoy he entrado a la primera en tu página, oe, oe.
Un saludo.
Además de los propiamente tontos están los que se hacen los tontos, que irónicamente son los más listos. En la empresa para la que trabajo cuando hay una tarea especial e importante y el que está de turno es uno de estos especímenes adivina a quién llaman....
Nunca había pensado en eso que dices de que Homer Simpson tuviese un trabajo de responsabilidad.
Frank Grimes, que gran personaje xD
Normal que acabe como acabe :-P
Jobu, espero tu plan para contratacar ;).
Javier, cierto, en verdad tontos no son, sino más bien listillos. El caso de Homer es una excepción, se metió ahí enchufado por Mat Groening.
Aiyana, ¿qué te pensabas que trabajaba probando la comodidad de la silla de control?
Gracias Guillermo. Voy a mejorar el post gracias a tu nuevo dato.
PD: Hay que ser friki para saberse el nombre del tipo. :D
Publicar un comentario