copiando en los exámenes

Había asignaturas que eran puramente de memorizar datos que muchas veces ni entendías. Recuerdo como ejemplo notorio las ciencias naturales de primero de BUP.
Había que memorizar cristalizaciones de los minerales, familias y denominaciones científicas de gasterópodos, mitocondrias... y toda una serie de bichos con los que jamás te encontrarías por la calle o en el menú de un restaurante (al menos con esos nombres).
Más fácil es memorizar cuando hay una narración que lo hilvana todo, como en el caso de la Historia, o una base lógica como en las matemáticas.

Mi modus operandi era dejarme siempre uno o dos temas sin estudiar, invirtiendo así más tiempo en los demás.
Antes del examen, en mi propia mesa, me escribía a lápiz el esquema y las palabras clave de los temas que no había estudiado, por si cayeran, y me los leía rápidamente para tenerlos frescos.

Caso de caer, esa pregunta era la primera que respondía, aprovechando la memoria reciente y la chuleta escrita a lápiz con los "nombrecitos raros".
Una vez respondida, me concentraba para hacer sudar mi mano y borrar lo de la mesa con toda la naturalidad del mundo. A continuación ya podía seguir respondiendo tranquilamente el resto de los temas, y no quedaba ni rastro de mi delito.

En física o matemáticas mismamente me podía apuntar algunas fórmulas en la mesa, y quedaban ocultas bajo mi brazo mientras el profesor repartía sus folios (algunos profesores usaban sus folios especiales para poder reconocer hojas ajenas con chuletas o respuestas escritas de antemano, y exigían las mesas limpias, sólo con el boli y la calculadora si fuera menester, antes empezar).
Iniciado el examen rápidamente copiaba todas las fórmulas al folio reglamentario de borrador, y lo de la mesa desaparecía.

Ventajas respecto a la chuleta de papel:
-No llama la atención ni requiere maniobras sospechosas.

Desventajas:
-No puedes escribir en la mesa tanto como las enciclopedias que traían algunos en papel, ni por tiempo ni por espacio y "cante". Por tanto vale sólo como apoyo, sobre todo para fórmulas, nombrecitos que se las traen y esquemas (para que no se te olvide dejar de hablar de ningún punto fundamental).
-Necesitas estar en la mesa donde vas a realizar el exámen antes de que llegue el profesor, o lejos de él para escribir rápida y disimuladamente durante la confusión de los preparativos.
-Si el profesor imagina que puede haber chuletas escritas en las mesas no te salva ni el Equipo A.

Al menos a mí nunca me pillaron, cosa que no se puede decir de los que usaban papelillos.

Había profesores implacables que iban a la caza del copión y no perdonaban, podían usar gafas de sol en los exámenes, colocarse al final y hacer rondas, y a veces cambiaban los sitios: el grupito del fondo a primera fila "que os vea bien", y los de primera fila al fondo... y al peor de todos le podía sentar en la propia mesa del profesor.

Y había docentes buenazos-gallinejas que, si por casualidad se encontrasen una chuleta... demasiado escandalosa... en alguno de sus raros paseos mirando al techo más allá de la mesa del profe, pues regañaban, discutían un poco y podían dejar al alumno seguir haciendo el examen. Lo cual era una putada para los demás, porque el sujeto con sus chuletas requisadas, lejos de escarmentarse, ponía en práctica el plan B: dar la brasa a diestro y siniestro.

Con profesores poco firmes aquello ya era un descaro.
-¡Silencio por ahí!...
-Sí sí, estaba pidiendo un boli... pásame la 3, pásame la 3, pásame la 3, coño pásame la 3, ¡HOSTIAS pásame la 3!
-¡He dicho silencio!
-¡¡¡Es que Fernández no me pasa la 3!!!
-¡Fernández, pásele la 3 y se callen de una puta vez!

Cuando te sabes muy bien algo, a intentar contarlo todo y que te dé tiempo. Cuando no... letra alargada y palabras pentasilábicas.

Por otro lado, alguien podría pensar que el hecho de escribir y sintetizar una chuleta ya es una forma de estudiar, y estoy de acuerdo. Pero es que algunos lo que traían como chuleta eran fotocopias reducidas del propio libro de texto.