miércoles, 6 de enero de 2010

Cría cuervos y te sacarán los ojos

Leyendo las quejas de Planseldon en este post, me viene a la cabeza una sospecha-temor-recelo que guardo ciertas veces, ante ciertas situaciones.

Una vez en un apartamento de la playa mis padres se olvidaron las llaves dentro, y llamaron a un cerrajero del pueblo. Éste les pidió que miraran hacia otro lado, y no hizo la triquiñuela hasta que así fue. Abrió la puerta en segundos, con un truco fácil. Pero este hombre se ganaba su dinero con ese sencillo truco y no podía permitir que los clientes lo aprendieran.
Hay muchas profesiones así, hacen cosas que podría hacer cualquier persona sin esfuerzo, sólo que no cualquier persona tiene el saber necesario, y por eso contratan a los que sí lo tienen.
El caso es que mi padre sí que vió cómo lo hacía y luego me lo enseñó, y practicamos "robando" en nuestra propia casa XD.
Bueno, en verdad es un truco muy popular, y mucha gente que lo conoce seguirá llamando al cerrajero porque nunca lo ha puesto en práctica para pillarle el "tranquillo", pero era por poner un ejemplo.

Hay otras profesiones que igualmente podría hacer cualquiera, pero requieren una máquina que cuesta un pastón, y el gasto sólo se amortiza si te dedicas a ello repetidas veces, no compensa para uso personal.

Y por último hay profesiones fáciles que también podría hacer casi cualquiera salvo porque requieren un título oficial.

En fín, que me desvío del tema. Como en el juego de mesa del "Stratego", si sabes de antemano dónde está la bandera puedes colocar tus fichas para ganar fácilmente. Si no, tendrás que arrasar el tablero y resistir antes de llegar. Basta saber un simple secreto, un único dato.

El peligro de enseñar todo lo que sabes a alguien es que ya no te necesite, o que usurpe tu puesto.
El peligro de enseñar a otros dónde se pescan buenos peces es que, la próxima vez que vayas a pescar, los otros hayan pescado todos los peces y además se hayan meado en tu laguna secreta.

El caso es que hay algo en nuestra naturaleza que nos incita a compartir información, y gracias a ello alguien termina haciendo algo realmente útil para todos reuniendo las piezas adecuadas, si no muere antes ahogado entre la información basura (que también se comparte, y ésta más fácilmente).

El único buen momento para contar todo lo que sabes sobre algo es cuando estás a punto de espichar. O cuando has explotado todo lo que querías y podías esa mina, entonces le puedes dar la vez a los buitres para que acudan a arañar las migajas.
Alibabá hizo público el mapa de la cueva del tesoro después de haberse llevado de ella todas las joyas. Y luego llegó otro listo que observó que aún quedaban cosas valiosas de otra índole y la cerró en aras de su conservación (de ese modo sólo él y sus amigos los guays podían seguir entrando).
Ni el mismo Alibabá podría ya volver a poner los pies dentro de la cueva para recordar viejos tiempos... salvo que contratase un pack-multiaventura a los guays.
...
(Me vuelvo a ir por los Cerros de Úbeda)
...
En el sector de la tecnología y la informática esto está al orden del día: la "obsolescencia programada".
Cada dos o cuatro años los ordenadores tienen que quedar anticuados para que la gente siga comprando, y con los programas de ordenador tanto de lo mismo. Además de comprar el programa, debes suscribirte a él y seguir pagando para acceder a las actualizaciones, por las mejoras, correción de fallos, o simplemente porque con el nuevo sistema operativo la versión que compraste hace cuatro años ya no funciona.
Y qué decir de los móviles, al cabo de un tiempo se les acaba jodiendo algo, pareciera que llevasen un "Sony timer".

1 comentario:

Trinity dijo...

Bueno, lo del cerrajero es un verdadero chollo, y si te pones a buscar, no encontrarás "escuelas" donde aprender. Hay aficionados que se reunen en foros o cuelgan videos en internet de todo el tema de lockpicking, pero no hay una escuela de FP para cerrajeros :D
Precisamente el día de Año Nuevo a nuestra vecina de abajo, se le cayeron las llaves por el hueco del ascensor, y vaya movida para recuperarlas, porque no aparecían en el sitio normal, habían rebotado y estaban en un cable del primer piso en lugar de en el foso del ascensor. A lo que iba, el técnico de los ascensores le dijo que un cerrajero le cobraría 200 euros, y a nosotros hace ya como 22 años uno nos pidio 60.000 ptas de la época, con lo cual, o aprendes los trucos que te enseñó tu padre, o mejor llamar a los bomberos, que también te lo abren por un precio más razonable.

Al margen del comentario más que acertado que haces sobre la "obsolescencia programada" (soy sufridora de ella), quién no ha criado cuervos que les ha sacado los ojos, casos en los que dices: "¿pero como soy tan gilipollas de haber enseñado todo esto a esta tia, que ahora se ha portado como una cerda?".

Aprendes a ser más cauteloso, pero no por eso se puede dejar de enseñar cosas, compartir tu saber es una forma de que tu paso por este planeta no sea en vano.