sábado, 17 de enero de 2009

poema sin tres ni corteza

El amor,
que disfrutan los tórtolos mientras duran las cosquillas,
que anhelan los que no saben la memoria es traicionera,
que olvidan los que del amor ya soltaron todas las tonterías,
que recuerdan los que no se acuerdan si era así o de otra manera.

Ese amor que fue cantado en versos manidos,
tan pobres en contenido como escasos en inteligencia,
tan ricos en matices como París rica en codornices,
alabado y denostado, pero siempre publicitado.

Los que por amor se casaron, y perdieron Zamora en una hora,
ahora, lloran, y por amor llenan la nevera, si aún la conservan.

Sea como sea el amor es mentira.
(esto rima con lo de ocho estrofas más arriba)

Y ancha es Castilla,
que dijo uno de La Seca
(cerca de Tordesillas)
midiéndola con una regla.

Y si por un casual no lo fuera,
-su excelencia-
anexionaremos Valencia.
Y desde Portugal a Baleares,
-como le decía-
se cantará por soleares,
y jotas bailen en Andalucía.

¿Y en Bailén?
Que las bailen también.

-¡Gora!
-¿Decía?
(esto rima con un poema que escribiré otro día)
-Agora nos entendemos.
-Eso no me gusta,
-Ni a mí su corte de pelo.

Pero no adivino a dónde quiere usted llegar con tanto rodeo,
pues hablaba del amor, la cosa del amar, al comenzar el verso.
A ningún sitio, sólo mataba el tiempo.
Como un "tempocida".
Y que lo diga.
¿Le sobra a usted de eso?
¿De qué?
De tiempo.
No ¿y qué?
Que lo está perdiendo.
También lo hace usted.
¿Cómo?
Envejeciendo.

2 comentarios:

planseldon dijo...

Juas! Está muy bien.

MEugenia dijo...

Gracioso, sorprendente, original, ácido y super ingenioso. Me recuerda a los grandes poetas del Siglo de Oro español, creo que escribirían como tú si vivieran en estos tiempos :)