lunes, 12 de noviembre de 2007

saludos

Hace unos meses me topé de paso con un rodaje en la calle: cámaras, camiones, actores y mirones. En esto que estaba allí un actor habitual de las teleseries, y va y me saluda. Y pienso -¿Y éste por qué me saluda?... estará saludando a alguien que está detrás - Le miro y no le digo nada.
Y al rato caigo en que no era ese actor, sino alguien a quien sí que conozco y que acabo de darme cuenta de que es clavao a ese actor, sólo que no tan delgado.

Hoy se gira al paso una señora de unos 60 por la calle y me saluda. Mirada rápida, no la conozco, pero lo dice tan convencida que la devuelvo el saludo con la boca pequeña, por pura inercia. En este caso, no hay sorpresa posterior: efectivamente, no conozco de nada a esa señora.

Luego está el Rompetechos del bar. Siempre le saludo, pero ni me ve ni se entera. Al rato me doy cuenta de que me está esperando con la mirada, hasta que se la devuelvo y entonces me suelta con ligero tonillo de sorna "Buenos días ¿eh?", en plan "a ver si saludamos al entrar ¿eh?, un poco de educación"...

2 comentarios:

planseldon dijo...

Otro ejemplo de descubrimiento semántico tardío... cuando era pequeño siempre pensé que el nombre Rompetechos debía tener alguna relación con lo cegato que estaba, aunque no acababa de entenderlo... me parecía que debía ser que se daba contra los techos bajos porque no los veía o algo así.

Solo muchos, muchos años después, oyendo a uno meterse con un bajito llamándole en plan irónico "el rompetechos éste", me dí cuenta de que se refería a la estatura del personaje! (y es que en los tebeos de Ibáñez toda la coña se centra en el tema de que es cegato, nunca en que sea bajito...)

Herel dijo...

Pues tampoco lo había visto por ese lado...
La verdad es que es un mote muy versátil, también serviría para ese que siempre está haciendo reformas de albañilería en su casa.