Hoy he madrugado, y sin sacrificio, es una de esas extrañas veces que no te apetece dormir más, pese a que podrías, porque es Domingo.
No sabía qué hora, abro la persiana y las farolas están encendidas, está oscuro. Pero el cielo empezaba a clarear todo lo que podía, pues estaba nublado. Eran las 7:30. Bueno, ¿qué hago? Un poco de ejercicio y barrer.
Llegué al rastro a las 9:30, las nubes se disipaban mostrando un cielo azul, había muy poca gente y me extrañó, porque hacía mucho que no iba y lo recordaba como una marea humana. Algunos puestos no estaban ni montados, pese a que a las 12:30 ya se está disolviendo.
Me lo recorrí de arriba a abajo. Me hacen mucha gracia las "matriarcas" gitanas éstas tan voluminosas apoltronadas en su taburete comprimido desde el que controlan la tienda y a sus hijos, más ágiles, sin levantar el culo: "pantalones de marca"... "abotona las camisas", y los vendedores más gritones que se escuchan en la lejanía "¡A un euro!"... " ¡Venga sin miedo!".
Y los puestos de antigüedades, revistas viejas principalmente con grandes tetas de los años 70 descoloridas en la portada, "porno bizarre"; o piezas de metal: figuras, llaves... pomos, candelabros, objetos de seguro de casas antiguas abandonadas desvalijadas.
Y muchísima policía había, estaban reunidos en grandes grupos al principio formando corrillos de cháchara; en un momento alguien dijo "¿Empezamos?" y empezaron la ronda de ir puesto por puesto comprobando las licencias, y decomisando la mercancía de los ilegales. Y es que hay algunos que intentan hacerse un hueco, que intentan vender más o menos clandestinamente, como una señora en una furgoneta que disimulaba haciendo como que esperaba o que pertenecía al puesto de en frente, pero a la que venía alguien alzaba una chaqueta de cuero que rápidamente volvía a depositar sobre su regazo. Y otra que no sé lo que vendía pero se marchaba llamando ladrones a los policías, pues debían de haberle desmantelado el puesto.
Supongo que ésta regulación disminuirá el número de timos que alguna vez hemos oído sobre el rastro: ese que se compra un ordenador buenísimo tirado de precio, y al llegar a su casa se encuentra que le han vendido una carcasa llena de piedras.
No estaban los puestos de cintas o juegos piratas en la plaza de Cascorro en los que alguna vez compré de pequeño, en la época de los 8 bits. Elegías un disquete (tenía un Amstrad CPC) y te copiaban los juegos que cupieran, de una enorme lista escrita a máquina donde venían los "kas" que ocupaba cada uno para que te pudieras hacer las cuentas de lo que te cabía en un disquete; a un precio muy pequeño. Ahora ese lugar lo ocupan puestos de DVD de apariencia legal, nada de las viejas carátulas fotocopiadas en blanco y negro. Claro que, al día de hoy es fácil y barato reproducir carátulas en color y encefalonar los estuches.
Me gustaron los calcetines de colores; alguna chaqueta que no me atreví a comprar porque pienso que debe de ser de muy mala calidad (como la ropa de H&M, no he vuelto a comprar desde que en el probador se me deshicieron dos pasadores de cinturón de unos pantalones... "¿te llevas alguno?"... "hmm, no"); un jersey ceñido en la cintura de colorines; y sobre todo los cuchillos, me detuve bastante en los puestos de "navajería".
Lo bueno de detenerte un rato en el mismo lugar es que escuchas a los entendidos que se acercan, e imaginas la de "jinchos" que comparán ahí sus armas blancas. Me compré un cuchillo plegable como útil para el trekking. Busqué espadas medievales -tengo capricho de una-, pero sólo había katanas japonesas, a 30€ las medianas. Teniendo en cuenta que una espada decente puede costar 300 € (según el señor Fran Kapilla) supuse que serían más bien de juguete, vamos que se descuajaringaría la hoja del mango antes que un tronco de bambú a cortar.
Y también me compré una linterna magnética, esto es: que funciona sin pilas, se recarga agitándola. Y alumbra bastante como pude comprobar posteriormente en el cuarto de baño de casa, me va a venir de miedo para la sierra.
A las 10:30 ya estaba aquello a tope y llegaban más riadas de gente, y yo ya volvía, con la linterna y el cuchillo-sierra.
Salamandra de Gredos
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La mayor parte de los montes están recubiertos de pinar de repoblación, y
sólo en algunas laderas se conserva el robledal autóctono, que a media
ladera es ...
6 comentarios:
Tu indagación por los rastros de allende tu ciudad, parece toda una odisea amigo. Quería decirte que si tienees capricho de una espada, no desprecies esas katanas japonesas, kizá sean decorativas, quizá se partan al cuarto golpe, pero aún asi merecen la pena. Una espada de verdad puede costar lo que te dije 200 o 300 euros, pero una de verdad y buena, o sea forjada a mano, ponle miles de euros. O sino que se lo digan a Uma Thurman...
Pero antes de nada quiero proponerte el mejor juego que te quitará el mono del medievo. Se llama : El combate con armas de gomaespuma. Busca por internet, hay muchas personas que se hacen sus propias armas con esqueleto duro y acolchadas con gomaespuma dura también, con runas, pintadas, grabadas, sables, espadas, dagas... miles de tipos y modelos. Eso si, todas homologadas, tienen que tener una longitud y caracteristicas semejantes. Con ellas puedes pegar lo fuerte que quieras.
Luego comienza lo mejor, quedas con unos amigos y echais un torneo, vale todo menos pegar del antebrazo hasta la mano. A los cinco toques has muerto, te puedo asegurar que haces lo que sea por evitar el espadazo mortal, hasta rodar por el suelo.
A eso ya juego con tubos de cartón de rollos de papel tamaño A1 cuando viene cierto enano de visita al estudio.
Lástima te tenias que haber comprado el jersey de colorinchis.. .)
Si lo vuelvo a ver me lo pensaré ;)
no le puedes tener mucha maña a hm-es ropa barata que se ve fabulosa. la amas intensamente y luego presciendes de ella, como un vestido de dama de honor en una boda.
a mi me resuelve, sin embargo siempre me sorprendo cuidando mi ropa barata de hm muchisimo, y termino gastando mas en la tintoreria que en la prenda misma. gran paradoja.
Pero una prenda que ya en el probador se rompe, imagina cuando intentes subir unas escaleras...
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