En el cielo se acumulan nubes oscuras, como un ejército preparado para atacar. La tormenta eléctrica previa chisporrotea rajando el cielo.
Cubos de agua estampados por rachas de aire; me estuvieron esperando a que saliera del mercado, gracias. Esta tarde estuve deseando una inmersión en una bolsa de agua fresca, en La Pedriza... estos días ha hecho mucho calor.
Pies resbalosos sobre sandalias caladas; me encantó calarme entero, sobre todo donde no había ropa. Pensándolo bien, lo que se cala es la ropa; el cuerpo desnudo se refresca.
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7 comentarios:
Hola, Herel.
Soy el autor de El Libro de la Curación (http://Kitabalshifa.blogspot.com)
Te escribo para devolverte el comentario que escribiste, hace no sé cuánto tiempo, en mi entrada sobre Las Fuerzas Vivas (ése en que me recomendabas que pusiera una denuncia por discriminación porque en la academia no les gustaba que llevara el pelo teñido). Si he tardado tanto en contestar es porque no tengo forma de saber cuando me escribe alguien, a menos que sea en las entradas más recientes.
Un saludo, y perdóname.
Pues si ha hecho calor en la pedriza, imagínate en Leganés.
Roque, en La Pedriza no estaba realmente, tan sólo deseando estar en esos momentos bajo el agua del río.
Ibn, ¿por qué no seleccionas la opción para que blogger te envíe una copia de cada comentario por email?
Que gozada, ya era hora de que cayese un poco de agua y refrescase el ambiente, estaba ya desesperadita con tanto calor
Me encanta esa sensación de mojarse bajo la lluvia... Odio los paraguas! Además me gusta la lluvia de verdad, no ese calabobos que ni moja ni ná.
Saludos.
Sí, la verdad es que te quedas con ganas de más, pero con lo que se hace de rogar últimamente el agua, crucemos los dedos... ¿como quién? :)
Ni siquiera sabía que existiera esa opción, Herel. Lo investigaré. Pásate por el Libro cuando quieras.
Un saludo.
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