miércoles, 27 de junio de 2007

ojos malignos en la oscuridad

Se podía hacer el camino sin la luz del frontal del leds, con la luz de las estrellas y la de la luna, la vista se acostumbra y más o menos se ve bien. Pero preferí usar la iluminación artificial, sobre todo después del susto.
Tengo dos modelos: uno muy potente, que proyecta la luz frontalmente, llega más lejos pero crea un campo de visión en forma de tubo, rodeado de oscuridad por contraste; el otro tiene menos potencia, pero es más difuso y abierto, no deja banda ciegas oscuras a tu alrededor; y mismamente, al irradiar menos luminosidad, no te deslumbra tanto para ver las zonas oscuras. Elegí el segundo.

Esto es un trekking nocturno, ya he hecho otros antes... pero los anteriores fueron porque me pilló la noche.

Tras una fuerte subida, llegué a la pradera, y allí aparecieron los tres pares de ojos malignos. Los leds no llegaban a alcanzar a iluminar las figuras, pero los ojos de las bestias brillaban como estrellas. Eran unos animales grandes, me miraban y se aproximaban moviéndose al unísono.

Caballos salvajes. Avancé en paralelo hacia los matorrales para escudarme mientras les hablaba en tono grave intentando calmarles, hasta que tuve cerca un promontorio de roca en el que me encaramé. Apagué los leds, y sin ellos ví mejor a los tres caballos (los leds te dan una buena visión de cerca, pero anulan la visión nocturna y sumen en tinieblas lo que queda fuera del campo de iluminación). Se detuvieron cerca, ya no les brillaban los ojos, empezaron a pastar... no se alejaban. Como he visto que a las cabras les gusta chupar la sal de la orina, meé desde arriba en la pared de la roca, por si les diera por entreterse mientras yo bajaba por el otro lado. Pero nada, ni caso, esperé un rato y ya me decidí a bajar disimuladamente por el otro extremo, para salir del trecho llano y continuar ascendiendo.
Y entonces los caballos levantaron la cabeza y empezaron a trotar hacia mí. De nuevo me puse nervioso y corrí hacia los matorrales del otro lado. Por suerte ya empezaba de nuevo la pendiente y en ese terreno los caballos no pueden correr tanto; ascendí mirando cada dos por tres hacia atrás, los ojos malignos seguían ahí, pero no se adentraron demasiado entre la maraña de jaras, allí se quedaron las lucecitas.
Continué ascendiendo todo lo rápido que pude y el resto del camino estuve un tanto intranquilo. En los trechos abruptos me sentía seguro, pero cuando el terreno llaneaba me entraba el miedo de que aparecieran más caballos.

Ya en la cima, entre los bastiones graníticos se escuchaba un lejano choque que cornamentas, una lucha de cabras, y apuntando con los leds, aparecían ojos resplandecientes por doquier en la oscura pared de roca que se recortaba contra el cielo estrellado. Es lo único que pude ver de las cabras: los ojos, por suerte. Éstas no decidieron acercarse a mí, ni yo a ellas. Son animales que por el día no me dan ningún miedo, pero en la oscuridad cualquier cosa me aterra. Escuchar movimientos y no poder ver bien el escenario...

Desde la sierra, las vistas hacia el Sur son caóticas: un horizonte de civilización, la contaminación lumínica de Madrid y su periferia, un pequeño respiro de mancha oscura por los montes y espacios protegidos de la Cuenca Media del Manzanares, y de nuevo las luces de la hiperurbanizada Sierra Oeste.

Regresé por el mismo sitio, pues la ruta que tenía pensada de vuelta tenía más zonas llanas, y por tanto más peligro de sustos. Afortunadamente, los caballos ya no estaban cuando tuve que cruzar la pradera de nuevo, aunque pasé sobre sus huellas recientes grabadas en el suelo blando y húmedo, junto a sus deposiciones.

La próxima vez me voy a llevar unos bastones de estos que se usan para trekking. Me sentiré más seguro con ellos, ya que podré mantener la distancia con cualquier bicho que corra más que yo, sin choque físico.

Dos de los tres caballos, desde lo alto de la roca.


Horizonte Sur: Colmenar, Madrid...

Horizonte Suroeste: Cerceda, Becerril,Villalba, Navacerrada...

8 comentarios:

Achi dijo...

Oye, voy a probar a fumarme un canuto mientras escribo, a ti te salen historias ingeniosas ;P

A mi perra Yeika la perdimos hace 15 años por esa zona, a lo mejor se volvió salvaje y era uno de los 2 bichos que intentaban lamerte amablemente.


Eyh, eyh, eyh, esos son los madriles desde el puerto de los leones, que a mí no me la pegas. Lo mejor del paisaje es la capa de un color griseaceo extraño que sobrevuela los cielos de madrid...¡QUÉ BONITO!

¡SALUDOS!

Herel dijo...

Pues no es el Puerto de los Leones; además, al Puerto se sube en coche.

Y no te preocupes por tu perra, seguro que los del bar la dieron de comer hasta que encontró un nuevo trabajo como mascota :D

James dijo...

hey muy buena caminata nocturna!

Pero de verdad hay caballos salvajes en la sierra de madrid? De alguien serian no?? no es que entienda mucho de fauna madrileña, pero si la gente se mete en una cueva a cortar estalagtitas, que no haran con caballos que van por ahi andando?

Que tendra la noche....

Yo solo he caminado de noche 1 vez, y los llevaba de corbata. Por exigencias del guion nos levantamos a las 5am, desmontamos la tienda de campaña y andamos `y pico kilometros hasta un apeadero por donde se supone q a las 7.30 pasaba un tren que nos llevaria de nuevo a la civilizacion.

Ah si, no llevabamos linternas, solo 1 vela que nos habiamos apañado el dia de antes en prevision de la aventurita noctura.

Para rematar, la luna ya no iluminaba el valle donde estabamos y aun no habia empezado a amanecer, asi que eran las horas mas oscuras de la noche. (vaya q no se veia 3 en un burro).

La tienda la quitamos a tientas, y luego ibamos andando por lo que -a ojo- calculabamos era el centro de la carretera, por miedo a caernos por los bordes (que no se podian ni intuir)

Lo mas gracioso es que en el trayecto nos cruzamos con 4 o 5 coches y hubo que hacer un -cuerpo a cuneta- tentando con la pierna para no despeñarnos.

ya lo dijo Amundsen: "La aventura es falta de planificacion".

Desde entonces tengo esa obsesion por ir comprando linternas por donde vaya. Si se va la luz en mi casa a las 2 am, se exactamente donde hay no menos de 4 linternas con pilas que funionan xDDDDD

¿es grave doctor?

Otratazadecafe dijo...

Qué valor tienes...
La foto de los caballos es inquietante, yo veo eso en vivo y me quedo paralizada en la roca esa hasta que salga el sol, como mínimo. Menos mal que sólo eran tres.
Aunque peor hubiese sido verte envuelto en la lucha de cabras :P

Eyyy una de esas lucecitas de ahí abajo es mi casa :)

Herel dijo...

James, pues sí que hay caballos en la sierra de Madrid, igual que hay vacas que los ganaderos dejan sueltas por la montaña. Los caballos no sé si tendrán propietario, pero atraparlos no debe de ser ni fácil ni discreto, siempre hay algún excursionista de testigo... sea la hora que sea ;)

Me gusta la frase "la aventura es falta de planificación", muy cierto. Lo otro sería "turismo" :D

¡Una vela!, pues ya era difícil que no se os apagara con el movimiento; de todas formas, el ir con un grupo da más seguridad. De hecho, en el fondo el ser humano en comparación con los demás animales es muy muy débil, su ventaja está en el uso de herramientas y en el grupo.

Taza, a las 3 de la madrugada dudo que alguna de esas luces fuera de tu casa, sólo las de las farolas ;)

jobu dijo...

Veo que te sigues montando unas excursiones magníficas.
Un saludo.

Herel dijo...

¡Ey Jobu! Buen comentario, gracias por hacerlo ;P
Me alegro de tele-verte de nuevo.

jobu dijo...

Esa frase me suena de algo, je, je.
Ahora ya no visito tanto los blogs pero he decidido saludaros a la gente con la que visitaba poco a poco.