domingo, 10 de junio de 2007

dolor en diferido

Ayer, en la cueva, al poco de empezar la internada tuve un pequeño incidente. Al bajar un escalón mi primer pie en lugar de tocar el suelo del nivel inferior se coló por un agujero, hasta la rodilla. Me dolió en el momento pero me recuperé rápidamente, y no me impidió seguir cargando ni haciendo fuerza con esa pierna.

Pero por la noche, habiendo vuelto a casa, me empezó a doler la rodilla. Y hoy de hecho me duele y me da reparo apoyar esa pierna. Rota no está.

Es curioso como el cuerpo puede aguantar cuando no se puede permitir el lujo de debilitarse y llorar, y se queja en cuanto tiene oportunidad, en cuanto uno vuelve a un entorno seguro.

2 comentarios:

La interrogación dijo...

Curioso, sorprendente y a veces, hasta peligroso porque aguanta más de lo que debería y cuando quieres arreglar el desaguisado puede ser demasiado tarde. Espero que tu rodilla esté bien.

Herel dijo...

Sí, ya está recuperada, gracias :)