Así que, con coraje y valor fui a visitarlo, aprovechando que salía con una chica de Denia y nos veíamos los fines de semana.
El club, resultó ser un bar del Atlético de Madrid, que se llamaba El Angelillo, El Andreillo, o algo por el estilo.
Dentro estaban el típico gordo con barba apoyado en la barra, gafas oscuras, Eugenio con 100 kilos más; y el camarero, un tipo enclenque y delgado, con entradas, de unos cuarenta años, con arrugas y sonrisa de zorro, despierto y con labia.
Les pregunté por el club de Bud Spencer y Terrence Hill, y me respondieron que era allí mismo, que se solían reunir cada dos semanas a ver las pelis y a comentarlas.
Mi amiga pidió una fanta, no tenían; así que pidió un café. Yo pedí una caña, y el camarero me dijo que no tenían grifo de cerveza, de modo que me abrió una cerveza de medio litro y medio fría, y me la echó en un vaso.
Estuvimos diez minutos, porque no encajábamos allí. Estaban viendo el ciclismo, sin apartar la vista de la tele, absortos en los pedaleantes, en absoluto silencio. La televisión estaba algo escacharrada y el volúmen iba in creschendo, por lo que el camarero debía de acercarse cada dos por tres, pues no tenía mando a distancia, a darle con un marco al volúmen.
Me acosté contento aquel día, de saber que existía el club de Bud Spencer y Terrence Hill.
Una historia -casi- real de Fran Kapilla
7 comentarios:
Tengo un colega en el curro que estaría en su salsa en ese club; es un autentico friki como pocos he visto y tiene toda la coleccion de pelis del duo italiano.
Recuerdo "dos super dos" y "policias en miami"; en mi niñez me gustaban esas pelis.
Clubs extravagantes hay muchos, y ahora con internet más aun. Dios los cría...
Son graciosas las pelis, me encanta sobre todo la actitud siempre optimista de Terence, de sonrisa profident imperturbable; y cómo se acomoda sibaritamente dejando que Bud se encargue de dar mamporros hasta que le llegue el turno de intervenir.
Una estupenda pareja.
Y pensar que Mario Girotti ha terminado haciendo de cura en una cutreserie italiana que se llama Don Matteo...
Algunas estrellas pierden caché al envejecer, y si no han ahorrado, tienen suerte si no acaban haciendo anuncios de teletienda para ganarse el pan, o lloriqueando para que les saquen en algún programa de telebasura.
Hmmm, y el cura que interpreta... ¿también da hostias? ;)
¡Bravo, Herel! Bud Spencer y Terence Hill eran la hostia (ajem, la neta, la berraquera... ¿cuántas maneras habrá de poner esta expresión). Mi favorita personal es sin duda "Me llaman Trinity".
Sin embargo, hace años (bastantes) me metí a ver "Lucky Luke", la película, sólo por el currículum del Sr. Hill. ¡Malísima! Y te lo dice un güey que considera a las películas de Godzilla una forma de arte...
Pero sí, con Bud spencer eran buenísimos.
Misterioso, por cierto, ese spam de la "chica mexicana" arriba (si es que no lo has borrado para cuando acabe de escribir). ¿Será un fulano presumiendo a su novia? ¿O vengándose de ella, quizá?
De pequeña las vi casi todas con mi padre que le hacían mucha gracía, pero ahora te reconozco que no la aguantaría ni cinco minutos
César, más que vengarse lo que hace es darla publicidad, igual es ella misma :D. Pero seguro que el spammer ha llegado a través de tu página ¬¬.
Y sí, son buenísimos, todo unos personajes, pero dentro del contexto de cine antiguo. Hay cien mil películas en el mismo plan de una parejita de opuestos unidos por el destino o por la paciencia infinita de uno de ellos.
Aiyana, yo tampoco, son un poco lentas y previsibles, aunque hay escenas que se podrían ver una y otra vez, así desde una motivación psicocrítica-arqueológica.
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