domingo, 7 de mayo de 2006

el cuadro de Lyzc


-El autor es un extraño personaje inglés, que firmaba bajo el pseudónimo de Raiolkx unas veces, otras como Lyzc Wof; su nombre verdadero se desconoce. Nació en Bristol en 1837, y vivió hasta los 33 años, o al menos ahí le dan por muerto, no se ha encontrado tumba.
-Su obra es fascinante y mucho más para la época - El segundo experto, de rostro redondo, colorado y sudoroso embutido en aquel traje, intervino de pronto.- Podría calificarse como un surrealismo abstracto fauvista, observe qué colores, cómo afloran las manchas como si naciesen de un pozo sito en el fondo del cuadro, y cómo atrapan al ojo como un colorido campo de flores a los insectos.
-Seguramente era un enfermo, - interrumpió el primer experto, más joven y hermoso pero con cierto aire de frialdad en la pronunciación de cada palabra - un Van Gogh en la sombra, un genio.
-Ha hecho una buena adquisición, su obra es escasísima y si no ha sido conocida en todos estos años es debido a su confinamiento en colecciones privadas. Este cuadro ha sido bautizado como "El pozo de los ojos"; anteriormente ha pertenecido a tres importantes familias de coleccionistas de distintos países.

La condesa viuda miraba complacida el enorme lienzo, había pagado una fortuna por él y apenas estaba escuchando a los expertos, más bien aguardaba con educación a que concluyeran y se largaran. El cuadro no quedaría bien en el salón entre tanta pompa renacentista; tampoco en ninguna de las alcobas, demasiada luz y paz, aquel era un cuadro de perversión y oscuridad; un cuadro que no conjuntaba con nada; debería estar él solo, en un rincón interior iluminado por lámparas. Lo colocaría en el sótano, en el fondo de un pasillo ciego camino a la bodega.

...

-Realmente es feísimo, un esperpento, me resulta desagrable, no entiendo cómo mi tía pudo adquirir semejante cosa.
-No se preocupe Señor Martínez, tenemos un comprador interesado en Nueva York, sacará una buena tajada por esta obra, mucho más que por el resto de los cuadros de la casa.
-Gracias por ocuparse de todo.
-No hay de qué, es nuestro trabajo. Y queremos expresarle nuestras más sinceras condolencias por la desaparición de su tía.

La pareja de expertos desapareció, acompañada por el mayordomo, mientras el sobrino quedaba solo observando el cuadro. Lucía bajó al rato.
-Fernando, los tasadores ya se han marchado, ¿nos vamos?
-Espera un poco, este cuadro tiene algo extraño que me inquieta... no sé... pero me recuerda a nuestra tía.
-No pienses más en ella, ya no está.
-Pues ahora mismo siento como si estubiera...

2 comentarios:

Otratazadecafe dijo...

Mejor no lo miro mucho, no vaya a ser que dentro de poco aparezca otro ojo...

Treiral_ dijo...

Que miedo, parece una de esas historias de The Outer Limits xDDDD se salió xd