martes, 10 de mayo de 2011

¿Quién es quién?

Desde el siglo XIX, el gobierno de los Estados Unidos ha venido oscilando entre dos partidos: el partido demócrata y el partido republicano.
Pero... ¿quién es quién? Los nombres por sí sólos no dicen absolutamente nada sobre las tendencias de cada cual.

Los demócratas, representados por el burro, los azules, también llamados progresistas o liberales (lo cual lleva aún más a engaño), vendría a ser el centro-izquierda, a favor de los proyectos sociales, del aborto, del matromonio gay, y de la intervención estatal.
Los últimos presidentes demócratas electos han sido Bill Clinton (acusado de actuar como derechista por alcanzar la mayor reducción de los programas sociales desde la creación de los mismos por los demócratas, aunque en la memoria de la gente pasará a la historia por otra cosa...) y el actual Barack Hussein Obama II, famoso por el "Yes we can" y por ser negro.

Los republicanos, representados por el elefante, los rojos, también llamados conservadores, serían la derecha, a favor del neoliberalismo, de la no intervención del Estado, el recorte de impuestos, y en el caso más extremo de la supresión de las ayudas sociales. El libro de Ayn Rand que comenté hace poco, "La Rebelión de Atlas", vendría muy bien para definir la ideología conservadora estadounidense.
Lo últimos presidentes republicanos han sido Ronald Reagan, George Bush padre y George Bush junior. Estos últimos famosos por iniciar más de una década de guerras por el control del petróleo del Oriente Medio presentándose ante la opinión pública como víctimas y liberadores con excusas ridículas.

Si nos atenemos a la lógica, sólo los ricos o bien encaminados a serlo deberían votar al partido conservador, mientras que a las clases bajas, la mayoría de la población, les conviene claramente el partido demócrata. Sin embargo, no es necesariamente así.

El investigador de lingüística cognitiva George Lakoff, en su libro "No pienses en un elefante", equipara estos dos sistemas con dos tipos principales de familia:
  1. La familia del padre autoritario.
  2. La familia de los padres protectores.

En la familia del padre autoritario, el padre ejerce el mando, es Dios y castiga y premia a los hijos en función de su conducta preparándolos así para triunfar en una vida que castiga a los débiles y los holgazanes. Esta filosofía se corresponde con la ideología republicana: el premio se obtiene de la disciplina, el esfuerzo y el propio valor, no esperes que nadie te regale nada.
"Si cada uno persigue su propio beneficio, se maxificará el beneficio de todos", "Los programas sociales son inmorales, cuando a la gente se le da cosas que no se ha ganado".

En la familia de padres protectores no hay jerarquía fuerte. Ésta es sustituída por la empatía, la comprensión, el diálogo y la ayuda. Es la filosofía de la pertenencia a un grupo con el cual debes colaborar y el cual te va a proteger, la educación en la igualdad y el deber común.

Lakoff viene a decir que existe algo más poderoso que la verdad o la evidencia de los hechos, y es el marco, la estructura mental que conforma nuestro modo de ver el mundo, y nuestra moral. Se podría decir que la gente cree lo que quiere creer, y si quieres mostrarles algo distinto, no puedes "metérselo" de cualquier forma, porque tu idea, aunque encierre una verdad evidente, puede resbalar sin causar efecto. Según el investigador, los republicanos han venido jugando con una abrumadora ventaja en la creación de marcos adecuados para presentar sus ideas, de modo que éstas parezcan convenientes para los sectores de población a los que en verdad no les conviene. Los "think thank", tanques de ideas (empresas privadas compuestas por intelectuales, juristas, científicos...etc que se dedican a producir ideas), reciben fuertes cantidades de dinero para ocuparse de ello, y la inmensa mayoría trabaja al servicio de los neoliberalistas.
Sólo así se explica que un sistema que beneficia a una minoría rica pueda obtener la victoria cuando en la votación las clases bajas poseen la mayoría de las papeletas.

Un ejemplo de adecuación del marco para introducir una medida contraria a los deseos de la mayoría podría ser: "Ley para los cielos limpios". Se trataría de una ley que limitara las emisiones a un 10% (de lo que sea). ¿Qué tal suena?
Bien, ¿y si resulta que anteriormente las emisiones estaban limitadas al 0,2%? Resultaría que esa "Ley para los cielos limpios" no sería sino una "Ley para contaminar más" con un nombre que reflejaría lo opuesto a sus verdaderas consecuencias. Decimos que limitamos la contaminación, y es verdad, hemos establecido un límite, pero lo que no decimos es que ese límite es mayor que lo establecido por la legislación anterior, y que por tanto se puede contaminar más.

Otro ejemplo para los fines republicanos podría ser plantear la reducción de impuestos, el "alivio fiscal", que suena muy socialista. Si se reducen los impuestos se consiguen dos cosas:
1. Los que más ganan tienen que aportar menos. A las clases bajas los impuestos les afectan poco, mucha gente ni si quiera gana para pagarlos. Las clases bajas se benefician más que pagan de los impuestos, al contrario que las clases altas.
2. Como hay menos dinero recaudado, no queda nada para fines sociales, que es lo que querían los artífices de esa reducción. Fin.
Con lo cual, los conservadores han abierto la vía hacia sus fines neoliberalistas dentro de un marco populista y social. A la vez, los demócratas, sabedores de a qué conduce la reducción de impuestos habrían de negarse. Y si no se manejan bien, respondiendo dentro de su propio marco, diferente, y no en el de los rivales, lo único que conseguirán será reforzar el marco ajeno y convertirse en los malos que exprimen al pueblo con impuestos.

Un saqueo parecido hizo George Bush en su mandato, aunque saliendo por otro lado. Sacó de la caja de la Seguridad Social americana hasta doscientosmil millones de dólares para costear su "guerra contra el terror" en Afganistán e Irak, con la autoridad moral y las alas que le dieron los atentados del 11-S y repetir unos cuantos cientos de veces en sus intervenciones en los medios "terrorist... terrorist...massive destruction weapons... terrorist... terrorist... massive destruction weapons" (después de tanto "terrorist", quien se opusiera sería un traidor antipatriota cómplice de los terroristas). Los beneficiarios de esa "inversión" bélica serían luego las multinacionales adjudicatarias de las reconstrucciones y del control de los pozos petroliferos y minas.
Se pagó la invasión de varios países con el dinero de los pensionistas, para que luego pudieran hacer negocios los ricos. Los dividendos de la inversión no repercutieron en quienes pusieron el capital, en este caso, sin quererlo ni beberlo, los pensionistas.
En el fondo es la filosofía de Robin Hood vista desde otra perspectiva. Éste robaba a los señores feudales ricos (rentistas) para devolverles a los trabajadores pobres los tributos arrebatados de su propio trabajo mediante tasas e impuestos.
Estos conservadores quieren acabar con los fondos sociales destinados a los más pobres e improductivos para devolverles a los ricos y productivos los tributos arrebatados del beneficio de sus propios negocios mediante tasas e impuestos.

En fín, creo que con esto todos sabemos ya quién es quién. O al menos, quién dicen ser...

2 comentarios:

Piedra dijo...

Brillante, aunque una puntualización, en la práctica, la equivalencia sería entre la derecha y la extrema derecha, no centro izquierda y derecha.
Hace poco en otro blog (no recuerdo cual de ellos) se hablaba también de los mil millones de dolares que Obama recaudará para su campaña política, (mientras hay tanta miseria en su propio país).

Herel dijo...

El autor del libro que cito establece esas correspondencias (él es demócrata), aunque teniendo en cuenta que USA es uno de los países más anticomunistas, supongo que una derecha moderada puede ser allí considerada como centro-izquierda.