martes, 10 de marzo de 2009

¡La leche!

En un lateral de un brick de "Leche Asturiana" puede leerse el siguiente eslogan:
¿Sabías que... para que una leche sea de calidad depende de lo que comen las vacas?

El texto me parece agramatical, como si lo hubiera escrito un niño de 5 años en una redacción del cole, "Niños, para mañana quiero una redacción sobre la calidad de la leche de las vacas" "Las bacas tienen cuatro patas que les yegan asta el suelo y para que den leche de calidaz comen ierva asturiana".

Sería más correcto:
¿Sabías que... la calidad de la leche depende de lo que comen las vacas?

Y no es la que más me gusta de sabor, pero suelo cambiar de marca cada tanto. Hay un anuncio muy bueno ahora en la tele de la leche DIA (una de las más baratas) que defiende su leche señalando que el precio de un producto alimenticio no necesariamente es indicativo de su calidad, sino de los costes de su publicidad. De modo que cuando compras la archiconocida leche X, más cara, que sale constantemente con unos anuncios espectaculares en televisión y en vallas publicitarias, lo que estás pagando es la leche, los costes de marqueting y el colorido del envase. Con la marca Y, más barata y con apenas publicidad, pagas básicamente la leche y un sencillo envase monocromo.

De pequeño alquilamos un apartamento en Guadarrama algún verano, y por entonces todavía quedaban en el pueblo unos viejos que vendían la leche por cántaros. Estaban por la zona del cuartel de la Guardia Civil, por la carretera secundaria que va hacia Los Molinos-Cercedilla en paralelo a la principal. Estaban en el patio de su casa de piedra, con vacas, moscas, y un fuerte olor a establo; ordeñando y llenando bidones de plástico. Tú llegabas con el tuyo vacío y te lo rellenaban, o lo dejabas y te llevabas otro de los llenos de la misma capacidad, no recuerdo bien.

Quizá ahora eso estaría considerado antihigiénico... y tocarle las ubres a la vaca acoso sexual :D

Tenían vacas de estas blancas con manchitas negras, lo cual es atípico porque las que se ven pastando por las dehesas de la zona son todas pardas.

Vacas guadarrameñas

7 comentarios:

planseldon dijo...

Esto me recuerda que hace unos meses en el SuperU (una especie de Mercadona francés) se me antojó comprar leche chocolateada (algo que no suelo hacer, pero de pronto me dio el antojo). Estuve dudando entre una marca de precio normal y otra de precio superbarato. Al final me pudo la tacañería y me fui a por la barata... joder que error! Sabía a rayos, y encima cuando miré los ingredientes de aquel brebaje ponía "esta bebida puede contener ocasionalmente grasa de pescado" :P

Herel dijo...

Con ciertos productos la verdad es que sí que te la juegas. En los productos DIA, si bien la leche sabe bien, así como los lacteos, el zumo de naranja de 1 litro es algo intragable, debería poner "esta bebida puede contener cascajos de naranja podrida"; el de 2 litros es distinto, es "light" y sabe a agua con polvitos, puede pasar por "Tang".

En cambio, la marca blanca del Mercadona, Haciendado, tiene una calidad más que buena en todo lo que he probado.

Zuviëh dijo...

El anuncio del día me encanta, es genial. xD

Y si no recuerdo mal, la vaca esa marrón es de carne no de leche. :P

Zuviëh dijo...

Ah, y respecto a los comentarios, totalmente de acuerdo con la marca blanca dle mercadona, tanto la de alimentación como la de cosméticos. Es impresionante. :D

Herel dijo...

Tenía esa idea, Zuviëh, pero... ¿sabes por qué es? En principio el color de la vaca no debería influir en la leche.
O igual las marrones dan la leche con cacao que tomó Planseldon XD

MEugenia dijo...

En el pueblo donde veraneo, de pequeña era costumbre ir a "buscar la leche". Consistía en dirigirse a la casa de alguien que la vendiera, te llenaba la lechera, que era un envase metálico o de plástico con un asita, y te la llevabas a casa recién ordeñada.
Sobre las 9 de la noche, era cuando se veía a todo el mundo con su lechera por las calles, yendo a la particular compra (que por supuesto, pagabas en efectivo).

Para eliminar las posibles bacterias, habia que cocerla, y ahí venía lo malo, pues había que estar pendiente de que no se "saliera" del cazo o el recipiente donde hirviera. Por encima quedaba la nata, y a ninguno de los niños nos gustaba, así que hacíamos que la madre la quitara.

El sabor era infinitamente mejor que cualquier leche que haya probado de ciudad, de las compradas en supermercado.

Por supuesto, esta costumbre ya no existe, porque está prohibido este tipo de venta "directa" :)

Herel dijo...

Actualmente soy incapaz de recordar a qué sabía esa leche, ni si se hervía en casa, aunque a mí me gusta la leche muy fría.