Cinco cosas que me fastidian

Me propone mon ami Planseldon el siguiente meme:

Cinco cosas que te fastidian

1. Los vecinos que pretenden hacerse "cercanos". Y en general esta gente con la que tienes que ser amable porque convives con ella y te la topas con frecuencia y aprovechan el saludo de cortesía para soltarte un rollo (hay uno que en ocasiones se ha quedado parado bloqueando la puerta del portal para que no me escape hasta que termine), preguntarte cosas que no les conciernen o incluso darte dos besos* pretendiendo hacerse pasar por familia o amigos.
Con los vecinos, como tienes que vivir irremediablemente cerca de ellos, lo mejor es limitarse al "hola" y "adios", o incluso ser invisible. Con otra persona, cuando lo desees la madas a tomar por culo y no la vuelves a ver en tu vida; con un vecino no, lo tendrás que aguantar para siempre hasta que te cambies de piso, así que mejor mantener las distancias.
* A parte, realmente, no me gusta saludar con dos besos salvo a los familiares. Prefiero dar la mano, también a las mujeres.

2. Las rondas nocturnas. Por la noche, mi calle, que no es nada principal, se queda en silencio total, se oye algún que otro vehículo fugaz pero nada más. El caso es que no sé que tendrá justo ese sitio que con cierta frecuencia es elegido por grupetes de amigos o de borrachos para pararse ahí a hablar de sus cosas. Y con tanto silencio se les oye perfectamente lo que están hablando "jo tía, jo tía, pero tía, jo tía". Pero esto no es nada, también paran los "buga-disco": estos que aparcan aunque sea a doble fila, bajan las ventanillas de su coche, ponen la música a tope, y se quedan por ahí a pasar el rato o tomarse unas birras en la "calle-bar". ¡Sus muertos! En verano, que uno tiene las ventanas abiertas, es un suplicio.
Si tú que estás leyendo esto eres uno de esos, escucha: ¿por qué no os vais a un parque a pasar la mona? lejos de los pisos. Y si tienes coche vete a un picadero a Perales del Río.

3. El telemarqueting, el SPAM y los vendedores a domicilio. Esto no necesita más explicación. A parte de molestarme personalmente, me indigna cuando escucho casos en los que los vendedores se han aprovechado de la decrepitud mental de alguien (por ejemplo ancianos) o del engaño para hacerles firmar lo que no sabían que firmaban.

4. Los que escupen cerca de tí o en lugares cerrados. Estos que van por la calle y escupen aunque tú estés al lado, los que escupen en el metro... Me entran ganas de abrirles la cabeza.
Me parece tan insultante como si alguien de pronto se pone a mear a sabiendas de que le estás viendo cuando no le costaría nada esconderse un poco. Yo también escupo a veces, pero con discreción. Si es alguien cercano, en cambio, no me molesta en absoluto pues hay confianzas.
Hay ciertos espacios que son privados temporalmente, el espacio por el que te mueves en esos momentos es tuyo, y en el caso de haber alguien cerca es un espacio privado compartido; el espacio visual que barres también es delicado. Hacer ciertas cosas dentro de ese espacio puede resultar muy ofensivo, y yo soy fácil de encabronar: una mirada demasiado fija, un gesto altivo, muchas cosas.

5. Por el culo te la hinco.

Se lo paso (si quieren) a la Zuviëh, a MªEugenia, a Chasqui el gran analizador de la fauna humana, a la briosa Brie, y a Zereth la canadiense.