lunes, 11 de diciembre de 2006

yo oigo!

No es por hacer publicidad, pero me encanta este logo.Lo ví en una marquesina de autobús en su versión sobre fondo negro y me metí en la página web a ver qué era. En este caso la publicidad ha funcionado conmigo, y creo que es porque me pierden los colores y los nombres raros que no suenan a anglicismo.

Parece ser que la filosofía de esta nueva compañía de telefonía que entra en España es la sencillez y las cosas claras. Te vamos a cobrar esto y punto. Me gusta, aunque quizá sea tan sólo la filosofía de marqueting inicial para abrirse un hueco en el mercado. Pasados unos años empezarán a hacer estudios de optimización de beneficio:
Y si bajamos un céntimo tal cosa, mientras subimos dos por el otro lado...
Y si ofrecemos esto... pero luego -en letra pequeña- a cambio de lo otro...

Y cuando empiecen a llamar los comerciales insistentemente: Buenos días, soy Fulanita Fulanítez de Yo-oigo, ¿está el responsable de la telefonía?
Entonces responderé: ¿Cómo? No oigo... no oigo.

Porque otra cosa que no me gusta nada es la filosofía de venta de que el producto que se quiere vender venga a tí, en lugar de ir tú a buscar el producto que necesitas en un momento dado y quieres comprar.

Imagina que llaman a la puerta:
-¿Quién es?
-¡Somos unos tomates! ¡cómpranos, cómpranos!
...
y al rato vuelven a llamar:
-¿Quién es?
-Somos unas lechugas, ¡cómpranos, cómpranos!
...
-¿Sí?
-Soy una enciclopedia con un DVD de regalo y a pagar en en 10 cómodos plazos, ¡cómprame, cómprame!

Por cierto, que la imagen con degradaciones situada en la barra lateral derecha justo debajo de donde pone "sindicación Atom", la hice antes de ver este logotipo. Es un texto en una versión adaptada del alfabeto coreano Hangul y significa "Bienvenido" (goe nua jan). Pero no en Coreano, sino en Toyabamo, un lenguaje inventado.

El Hangul es un alfabeto de diseño, que implantó el rey Sejong el Grande, en el siglo XV, para suplir los altos índices de analfabetismo de su pueblo. Debidos a que el Coreano se escribía hasta entonces con caracteres chinos, quedando la escritura reservada a una minoría.
El término hangul significa "gran escritura" en coreano arcaico y "escritura coreana" en coreano moderno, aunque tuvo muchos otros nombres anteriormente.
En sus comienzos se le intentó denigrar, por parte de la élite intelectual, denominándolo "escritura de mujeres" o "escritura de niños", como escritura de las clases bajas.
Actualmente está perfectamente implantado y ha sustituido al chino. Es un alfabeto bonito, sencillo y racional. A mí me gustó -como el logo de yo.oigo- cuando ví aquellos caracteres en los créditos de la película "Hierro 3".

2 comentarios:

César dijo...

Están dos tomates en el refrigerador (heladera, frigorífico... ¿cómo se le dice por allá? Y uno le dice al otro:

--¡Joder! ¡Qué frío hace aquí!

Y el otro le contesta:

--¡Ah chingá! ¡Un tomate qué habla!

:)

Perdón, eso estuvo del nivel de egocéntrico haciendo chistes de lemmings... y sí, ese segundo tomate era mexicano :)

Y fascinante, lo del Hangul. Siempre me pareció peculiar, con esos caracteres tan limpios y sencillos, en contraste con los glifos chinos. Esto lo explica.

Herel dijo...

Aquí se dice frigorífico cuando lo vas a comprar a la tienda, pero cuando ya lo tienes en casa lo llamas nevera :DDD

Bueno, esto será en venganza por el chiste que te puse en tu blog...