Bajo al aparcamiento cargado de cosas, con las llaves en la mano; abro el coche; suelto el bulto en el asiento del copiloto; dejo la llave plana de la puerta a mano; me siento y... ¿¿¿???
¡¿Dónde @#&%* está la llave del coche?!
En la puerta no. En los asientos nada. En el suelo tampoco. Me desespero porque el coche de al lado está muy pegado y hay muy poco espacio para moverme; está oscuro, luz mortecina; enciendo todas las luces interiores pero no encuentro la llave por ningún lado.
Vamos a ver, no he podido abrir la puerta sin la llave, así que tiene que estar cerca.
Miro debajo de los coches como si buscase bombas-lapa pero apenas se ve más que las zonas más exteriores; vuelvo a mirar dentro; remuevo alfombrillas y compartimentos sacando y metiendo cosas rápidamente; los bolsillos; la saca; debajo de los asientos...
Ya hasta pienso que un ente mágico del destino ha hecho desaparecer la llave para evitar un accidente que iba a tener este día.
Al final, usando el móvil como linterna me hinco en el suelo y vuelvo a mirar debajo del coche... y ahí estaba la mamona escondida entre las sombras...
¡Qué alivio! Porque sería de chiste:
-Perdí la llave del coche.
-¿Cuándo?
-Justo después de abrir la puerta del coche con la llave.
Cornicabras
-
Las laderas de los montes están cubiertas por un bosque bajo de encinas y
cornicabras, que en esta época del año salpican de ocres y rojos el
paisaje. En l...
5 comentarios:
Qué jodidas son las llaves cuando se quieren esconder. Yo estoy pensando en comprar un llavero de esos que silvas y te responden
Pues si lo encuentras es una reliquia, esos llaveros estuvieron muy de moda a finales de los 80.
Aún debo tener uno por ahí. Los otros que no servían para mucho más que cualquier otro, pero que tenían su gracia eran esos que decían "Aquí están las putas llaves"
Como si no tuviéramos bastante ya con los móviles, que ya no hacen "ring" o "tirorirorí", sino que suenan con lo último de El Canto del Loco.
Sólo falta que los demás objetos también hablen.
Fiuuuu
-Aquí están las putas llaves.
-Aquí está el puto boli.
-Aquí están la puta cartera.
-Aquí está el puto abrigo.
-Calla puto boli que está llamando a las putas llaves.
...
Casi siempre las llaves acaban apareciendo misteriosamente en el lugar por donde has pasado y mirado (o eso crees) unas 8954890549 veces.
Y te quedas pensando: juraría que antes no estaban!
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