A última hora de la tarde se levantó de pronto un viento fuerte racheado, que parecía obra de unos gigantes efrits invisibles dando manotazos.
Cubos de basura arrastrados en la ciudad, y nubes de arena levantadas de los aparcamientos y caminos de la Casa de Campo.
Nada más salir con la bici ya me dije a mí mismo "hoy sí que hay que llevar casco, por lo que pueda venir volando."
Al regresar de la vuelta, una enorme rama desprendida de un árbol yacía sobre la acerilla por la que había pasado a la ida.
Cornicabras
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Las laderas de los montes están cubiertas por un bosque bajo de encinas y
cornicabras, que en esta época del año salpican de ocres y rojos el
paisaje. En l...
4 comentarios:
Juas, cómo mola la palaba efrit; yo también la hubiese utilizado en ese contexto.
En dónde vivo yo no hubo viento, cosa rara, porque aquí sopla una brisilla -a veces irritante- todo el año.
Y por último, está bien que hayas utilizado el casco para salir en la bici; yo estos días que he salido en bici ni me he acordado de él...
** ¿Una rama caída por culpa del viento en el mes julio? :O
Fue un vendaval pasajero, un genio gamberro y danzarín que se entretuvo una hora por aquí y luego siguió su camino agitando árboles a los lejos.
Se han echado de menos las fotos. ;)
(Tómatelo como un reconocimiento a tu faceta fotográfica).
Está haciendo muchos días de aire este verano en Madrid.
Pues si la rama te podía haber endiñado, digamos que has tenido suerte, aunque también previsión con lo del casco.
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