Perdido en medio del encinar se halla un depósito de sillares de granito pertenecientes a una iglesia de finales del siglo XIX, que fue desmontada en la segunda mitad del XX debido a su mal estado de conservación.
Escasa vida tuvo, y los enormes bloques que -quizá por su enorme peso- no han sido saqueados, descansan pareciendo a veces que emergen del suelo, cual capiteles de columnas enterradas.
Aquí podemos ver esculpido el nombre de uno de los arquitectos:
Curiosamente esta pieza conserva restos de policromía, restos que no encontré en ningún otro bloque.
En el lugar no hay ni rastro de vandalismo, ni una pintada, aunque sí unas gotas de guarrerísmo: restos de algún pequeño picnic.
Salamandra de Gredos
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La mayor parte de los montes están recubiertos de pinar de repoblación, y
sólo en algunas laderas se conserva el robledal autóctono, que a media
ladera es ...
4 comentarios:
Es como comprar una iglesia en el IKEA, espero que guardasen las instrucciones. :)
Buena idea, aunque a falta de instrucciones, a improvisar como un "Tente". Te lías a montar bloques (tras ponerte fuerte en el gimnasio) y a ver qué cosa sale.
Parece el escenario de una película tipo 'Jasón y los argonautas'. Me gustaría encontrarme con algo así cuando salgo a patear por el monte.
El vídeo, fantástico; se nota que sabes sacarle partido a las cosas.
Este tipo de lugares siempre me hacen pensar cómo sería la vida de los que disfrutaran en su momento de los sillares. ¡Molan!
Qué jodío, me he llevado un susto de muerte al ver la 1ª bestia saliendo corriendo en el vídeo XDDD
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