viernes, 12 de septiembre de 2008

juegos de tablero

Me encantan los juegos de tablero sencillos y puramente estratégicos, sin azar. El ajedrez está bien... pero es demasiado largo, demasiado caos, quizá por eso cuando juego mi estrategia principal es limpiar el tablero, y ya cuando quedan pocas piezas empiezo a pensar en estrategia.
Me gustan más los sencillitos: las Damas, el 4 en raya, recientemente el dominó (aunque tiene algo de azar)... y ya de paso voy practicando para cuando me jubile.

Hace años me enganché al Reversi (también conocido como Othello) en una página web en la que puedes jugar online con otras personas (ludoteka.com).

Y nada, con el nuevo netbook me instalé un Reversi para jugar contra el ordenador... y no he logrado ganarle nunca, aunque en ocasiones se ha tirado tanto tiempo calculando que he tenido que quitarlo; quizá en esas partidas tuve alguna oportunidad de ganar y el programa se ralló buscando una victoria segura para él que no existía. Es una pista, cuanto más tarda en mover mejor vas, o más incierto es el desenlace.
Pero juego con desventaja, claramente. El Reversi es un juego de reglas muy simples y de estrategia casi matemática, la computadora puede hacer millones de operaciones y cálculos en poco tiempo, yo no. A mitad de la partida sé que lo tiene ya todo calculado y aunque queden muchos movimientos por delante, el ordenador ya tiene la partida ganada, ya ha cerrado todas las ramas del árbol hacia la victoria.

He vuelto a entrar en la Ludoteka. Al menos los contrincantes humanos cometen errores, como tú.

El caso es que me sigo preguntando cómo podría vencer a la máquina en un modelo de mundo -como es el mundo del juego- que se rige por meras cuestiones de cálculo. Y también me pregunto si alguien puede vencer a esas máquinas de calcular.

Los programas de ajedrez tardan más en hacer el barrido, las reglas de este juego son más complejas y las posibilidades se disparan. Aun así, también llegan a ser prácticamente imbatibles. Recuerdo en la época de 8 bits que alguno de estos programas que empezaban a salir se anunciaba como que habían logrado vencer a los campeones del mundo de ajedrez (Kasparov y Karpov por entonces). No te perdonan un error, o no haber aprovechado una oportunidad. Mientras tú estás pensando en esa jugada y la siguiente, el programa ya puede tener pensadas todas las jugadas con todas las posibilidades hasta el final de la partida: el final ya está escrito.

3 comentarios:

humo dijo...

Me encantan los naipes, el reversi, el pinball..., pero contra personas.

Las máquinas son inescrutables: he ahí su peor defecto, en mi opinión.

MEugenia dijo...

Los juegos de tablero me gustaban más de pequeña. Jugaba a las cartas, sobre todo a los típicos juegos de pandilla que merecen castigo cuando pierdes, como hacer alguna prueba o que te vayan dando en la mano :) Actualmente solo juego al tute y al chinchón.
También un clásico en familia son las partidas navideñas de parchís y oca, que se prolongan hasta altas horas de la madrugada. Los dados es de mis preferidos, el dominó juego pero sin prestar mucha atención. El scrabble es divertido, lo de formar palabras, y no sé si se considera de tablero, pero uno con lo que más disfruto es con el pictionary; eso de ver los dibujitos de la peña es partiente.

Ahora me gustan los juegos donde no haya que pensar demasiado y donde intervenga más el azar.

El ajedrez lo considero un mundo aparte. De niña echaba partidas en persona, pero me lo tomaba tan en serio, que terminaba estresada de tanta concentración, así que lo fui dejando.

A finales de los 80, cuando tuve ordenador, comencé de nuevo las partidas. En nivel básico, sí era capaz de ganar a la máquina. Cuando llegaron versiones más avanzadas, con un diseño precioso en 3D, en las que la reina salía del tablero y te mataba con rayos, ya no, ahí siempre era la máquina quien vencía XD

Este verano hubo en Benavente un Open Internacional de Ajedrez. Mi hermano mayor suele jugar con otras personas online partidas de un minuto. Sí, como suena, en un minuto se termina, con lo cual juegan rapidísimo. Así que me pidió que practicara con él para refrescar jugadas. Fue extraño estar sobre un tablero de verdad, pero al menos no me metía el jaque pastor básico, me inventaba movimientos arriesgados para forzar su mente. Por supuesto, me ganaba siempre :) De lo que me he dado cuenta, es que para ser bueno lo que se necesita es mucha práctica, porque la mayoría de movimientos son de defensa, y salen de manera automática, además de basar mogollón la partida en el enroque.

De todas formas no fue hasta 1996 cuando un ordenador, Deep Blue ganó a Kasparov, y él aseguro que los de IBM hicieron trampas :) http://es.wikipedia.org/wiki/Deep_Blue

Este año ha fallecido una leyenda del ajedrez, Bobby Fisher, a los 64 años, justo las casillas que tiene un tablero de ajedrez. Un tipo realmente curioso, con una inteligencia asombrosa pero unas convicciones personales bastante extrañas; de hecho es el único refugiado político de USA que conocía, le persiguieron por violar las sanciones contra la ex Yugoslavia por jugar una partida de ajedrez allí en 1992
Creo que van a hacer una película sobre su vida, así que estaremos expectantes.

Saludos

P.D.- Super graciosa la viñeta, aunque a mí para despistarme no me bastaría con ver un elefante rosa, sino con la aparición de Christian Bale :P

juan rafael dijo...

Jodidas máquinas: no te dejan jugar en paz, je,je.