domingo, 9 de octubre de 2011

La lengua de signos

Hablar de lenguaje de signos podría conducir al error de pensar que se trata de un lenguaje universal, cuando no es así. Podemos encontrar muchas referencias al "lenguaje de signos" a secas, ante lo que cabe preguntarse, sí, pero ¿cuál de ellos?

Los lenguajes de signos tienen su propia gramática y vocabulario, que no tienen nada que ver con los lenguajes orales que coexisten con ellos. Así por ejemplo el Lenguaje de Signos Americano (ASL), es utilizado en Canadá, Estados Unidos y parte de México (la otra parte usa el LSM),  a pesar de comprender zonas francófonas, anglófonas y castellanoparlantes.
En cambio en España tenemos tres lenguajes de signos: el español (LSE) -que será el que utilice en los siguientes ejemplos-, el catalán (LSC) y el valenciano (LSCV). Además, regionalmente también pueden darse diferencias dentro del LSE de hasta el 30% de los signos utilizados.
En cuanto a los demás países latinoamericanos,  cada cual posee su propio idioma de signos.

El hecho de que dos países compartan idioma oral no asegura que compartan idioma de signos, de la misma forma que el hecho de que dos países no compartan idioma oral no implica que no compartan tampoco idioma de signos.

A pesar de todo esto, es mucho más fácil que dos personas con idiomas (orales o de señas) distintos lleguen a entenderse interpretando los signos del otro que tratando de comprender su lenguaje sonoro.

En cuanto a los signos utilizados, podríamos clasificarlos en:
* signos icónicos quinésicos: son los que representan el concepto que quieren decir, o dicho de otro modo, los que podríamos adivinar sin conocer el lenguaje de los signos. Por ejemplo, para decir coche hacemos el movimiento de conducir un volante, y plátano con un cómico gesto de pelar un plátano imaginario.

* signos icónicos deícticos:  consisten en señalar lo que se quiere representar: los pronombres yo, , él... Si él o ella no están presentes entonces se señala por ahí. Para decir ojos nos señalamos nuestros propios ojos, para decir cara dibujamos un círculo en el aire delimitando la nuestra propia. Este tipo de signos son también bastante intuitivos y hasta a veces los realizamos integrados dentro del lenguaje oral para enfatizar.

* signos arbitrarios: son la mayoría, y el único modo de entenderlos es conocer su significado de antemano.

A parte de todo esto tenemos los signos del alfabeto (que tampoco son universales), que sirven para deletrear nombres propios, por ejemplo para decirle a otra persona cómo te llamas.
De todas formas, cada hablante de estos lenguajes tiene su propio signo personal que le identifica de forma única sin tener que deletrear ningún nombre. Los personajes famosos también tienen adjudicado un signo personal. Así por ejemplo, Zapatero se dice haciendo con el dedo el arco de la ceja (sí, el mismo de los del Club de la Ceja), Aznar poniendo el índice bajo la nariz (simulando el bigotillo),  Rajoy perfilando una barba...


Y mientras curioseaba sobre esto, me he dado cuenta de una cosa: y es que memorizar léxico de un lenguaje de signos -memorizar movimientos y gestos- es más fácil que memorizar letras y sonidos de un lenguaje oral.

Enlaces:
Sematos. Diccionario de la Lengua de Signos Española
LSEV. Algunas nociones de gramática y vocabulario de la LSE

3 comentarios:

Piedra dijo...

Creía que era un único idioma universal, que iluso, eso sería demasiado fácil. :P

humo dijo...

Por lo que dices, la escolarización bilingüe para sordos debe ser mucho más fácil.

Trinity dijo...

Bueno, pues me ha venido bien saber que es más fácil memorizar léxico del lenguaje de signos, porque precisamente estaba mirando para hacer un curso.

No había profundizado en el tema, simplemente me interesaba la comunicación con personas sordas desde hace bastante...Y se me viene a la cabeza la película "El milagro de Ana Sullivan", que trata de cómo educar a una niña sorda, ciega y muda, la recuerdo muy emocionante.