sábado, 16 de octubre de 2010

por el pueblo

Es tierra de pinares, pero aún no he visto un solo pino en todo el término municipal.
El pueblo se encuentra en un valle atravesado por un río al que van vertiendo manatiales desde las laderas. Son fácilmente localizables a la legua porque allá donde brotan crecen densas alamedas.
Las alamedas menos explotadas son un auténtico vergel, tapizado por enredaderas y verdor.
Alejándonos del pueblo aparecen pequeñas huertas de frutales cerca de los manatiales, y almendros en las zonas más secas...
... y parras. La mayor parte de la gente ya ha hecho la vendimia de este año.
Y finalmente el bosque. El bosque autóctono está compuesto básicamente por una única especie, el roble quejigo o melojo, que parece ser el único lo suficientemente duro para este tipo de terrenos tan desagradecidos.
A ratos se levantan farallones repletos de oquedades, y cuyos desprendimientos salpican el bosque de grandes bloques de caliza blandurria.
La aves de rapiña no son tontas y no anidan en las oquedades a las que se puede trepar, pero las utilizan como comedores para devorar sus presas. En los nichos quedan los restos de sus festines.
Allí donde el bosque ha sido menos trillado los robles crecen más altos, y entre ellos cuelgan lianas de enredadera.
Las hojas del quejigo se asemejan mucho a las de la encina, incluso podrían confundirse, pero en invierno estas hojas habrán cobrado un tono cobrizo dejando los troncos mediodeshojados.

Si ascendemos los farallones y salimos del valle nos encontramos los páramos, la planicie, completamente arrasada para el cultivo de cereal.
En estos momentos es un desierto de piedras entre las que, cuando sea la época, crecerá la cosecha. En los campos que se cultiven, ya que debido al éxodo rural no todas las tierras que antaño se cultivaban ahora se utilizan, sobre todo las que se encuentran en las laderas, donde los tractores no pueden maniobrar y han de trabajarse a mano.
Dejamos los páramos y descendemos de nuevo al valle y a los farallones, en los que se abren numerosas covachas (que no cuevas). Abrigos convertidos algunos en apriscos para los rebaños.
Estamos remontando el río, y el bosque comienza a desaparecer progresivamente. El terreno es completamente blanco, calcáreo, con formaciones geológicas de erosión y barrancos. Multitud de senderos borrosos a media ladera, seguramente del repetido paso de las ovejas y los pastores.
Forman unas pistas geniales para hacer trialeras con la bici, salvo por la inclinación y lo resbaladizo que es el firme. Es fácil que las ruedas resbalen ladera abajo. Habría que horizontalizar los trazados y podar muchas ramas para no comérselas.
Algunos árboles aparecen medio desenraizados por la acción de las escorrentías.
Si descendemos hasta el fondo del valle nos encontramos con el río y con algunos manantiales que afloran en las zonas más bajas. Por aquí crecen zarzas, espinos, manchas verdes, aunque la mayor parte de la zona es estéril, rocosa.
 
Los buitres surcan los aires, en busca de alguna presa, o esperando que me dé un jamacuco...
En los manantiales el agua fluye de golpe y en abundancia, el agua recogida por los páramos se filtra y discurre bajo tierra para emerger en el valle, pero el paraje se vuelve cada vez más desolador.
Una oruga de gran tamaño almuerza apaciblemente junto a uno de los humedales.
Es una oruga esfinge de la lechetrezna, que tras la metamorfosis se convertirá en una polilla nocturna.
Y el bosque ya ha desaparecido completamente, nos encontramos cerca del nacimiento del río, de los manantiales, y paradójicamente apenas se ve algo verde. Este es el paisaje más característico y abundante de la zona.
Asciendo de nuevo a los páramos y regreso por arriba.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Arrrgg esa oruga! Así parece gigante, supongo que son un par de centímetros en realidad como mucho.
Llevo toda la tarde estudiando precisamente esto de la vegetación pero a nivel global, tengo un cacao importante, un saludo :)

Herel dijo...

No, cuando digo que era grande... como un dedo de larga.
¿Qué aspecto de la vegetación estás estudiando?

Herel dijo...

Y, buscando en google he encontrado una igual:
http://www.ambiental-hitos.com/4images/details.php?image_id=2146
Oruga esfinge.

Anónimo dijo...

Pues ahora mismo estoy estudiando la clasificación de Köppen y justo estoy en un descanso del clima mediterráneo Csa y Csb.
La oruga pues a ver jaja cómo te diría yo, la verdad que es curiosa de ver, en ese enlace tiene como una colita, es curiosísimo pero es que a mi me dan mucho asco los bichos :S

Toni dijo...

Me gusta más el continente que el contenido.
Bonitas fotos!

Salu2

Herel dijo...

Toni, ¿más las fotos que los textos?
o... ¿más el diseño del blog que los posts?

Vir, pues es que no sé cuál es la cabeza y cuál la cola, así que igual es rabo en lugar de cuerno... apéndice :)
Tendré que documentarme sobre esas cosas, Csa, Csb...

Trinity dijo...

Aunque se vean zonas de páramos, en cuanto un pueblo tiene río, para mí ya es un gusto. Mola el contraste, te puedes ir a zonas de secano, como yo digo, y a las de "vergel", así tu vista cambia de paisaje sin apenas moverte unos kilómetros.

Precioso lugar, Herel, y muy buenas las fotos.

neko dijo...

Pues a mi me encanta la oruga! que lástima que acabe convirtiéndose en una polilla nocturna.

Buena manera de "vender" el pueblo de tu abuelo

Anónimo dijo...

Ahh perdona! creí que al preguntarme era porque controlabas del tema, pues eso significa clima mediterráneo :)