domingo, 18 de julio de 2010

Siete Picos casi nocturna

Ando con ganas de hacerme alguna ruta seminocturna aprovechando que las noches no son demasiado frías, y con esa intención empecé a subir entrada la tarde hacia el Siete Picos. Pero arriba, me rajé y bajé a toda caña para que no me oscureciera del todo. Tres horas y media: dos en subir, media en deambular por la cima y una en bajar.

La ascensión comienza por robledales que pronto dejan paso a los pinares, y el arroyo Pradillo que es la referencia fundamental para ascender a la cima desde la umbría del Siete Picos.
A última hora de la tarde las hormigas están especialmente frenéticas, y las "formicas rufas" se cebaron conmigo durante gran parte de la ascensión, subiendo por mis piernas y mordiendo sin piedad.
A partir de cierta altura el bosque prácticamente desaparece y la ascensión consiste en trepar por caos de gigantescos bloques de granito, que no parecen tener fin, una falsa cima tras otra.

Hasta llegar arriba, donde se camina muy cómodamente por los senderillos entre la gayuba esquivando las torres de granito, de las cuales, las siete más notorias son los siete picos que dan nombre a esta bonita montaña.

Durante la bajada ya no había hormigas, pero buscando el arroyo Pradillo para alcanzar la senda cómoda me metí en todo el cogollo de manantiales y puse fino de zarzas. Estaba oscureciendo, y llevaba dos frontales LED por si acaso, pero no tuve que recurrir a ellos, llegué al coche a las 22:15.

En los valles profundos los pinos crecen rectos y altos.

El arroyo Pradillo, con numerosas pozas y cascaditas.

El bosque se empieza a dispersar y aflora el granito,
en lugar de oscurecer parecía que cada vez había
más luz y que el sol subía en lugar de bajar, al dejar
atrás los valles en sombra ganando altura.

Hacia el sureste se divisa claramente Madrid, iluminada
lateralmente por la luz anaranjada del sol poniéndose desde el oeste.

Trepando entre canales y rocas.

Rocas caballeras de todos los tamaños

En la cima de la cuerda. Hacia el este se divisa Navacerrada y la Cuerda Larga.

Hacia el Noreste Peñalara, la cumbre más alta (2.428 metros)

Una de las torres de granito, uno de los siete picos

Lo pinos expuestos en zonas ventosas crecen achaparrados y deformados

La calma de la tarde en las cumbres.



Track GPS del recorrido

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Bonito es pero yo ni loca me meto ahí anocheciendo y menos sola, aparte que no creo que resistiera si es cuesta arriba

Herel dijo...

Además, teniendo asma te puedes meter en problemas.

Anónimo dijo...

Por eso digo que si es cuesta arriba probablemente me quede por el camino, de pequeña me dio un ataque en el pueblo de mi madre y fue un follón tremendo, de madrugada me tuvieron que llevar a poner oxígeno y todo por subir una pequeña montaña con mis primos para coger arándanos, porque un problema del asma es que lo puedes sentir después, no necesariamente mientras.

Herel dijo...

Hace años en el mismo Siete Picos una chica se quedó tiesa y tuvo que venir el helicóptero a por ella. Estaba en el suelo medio grogui y con dificultades para respirar, no recuerdo si fue asma, insolación o mal de alturas.

Trinity dijo...

Es un recorrido precioso, me gustaría hacerlo, a ver si la pierna me responde en Octubre o Noviembre.

Vaya odisea con las hormigas y las zarzas, ¿no podías meterte en las pozitas del arroyo Pradillo sin pincharte?.

Yo creo que está muy bien este tipo de excursiones, a mí la noche con una buena linterna y sabiendo cómo llegar al destino, no me da ningún miedo.

Por cierto, este fin de semana es la famosa "Ruta de las luciérnagas" de A tu aire, la he hecho dos años, totalmente de noche y mola cantidad.

Saludos.

Herel dijo...

Pues a ver si te pones bien de una puñetera vez ;D

Trinity dijo...

Juassss, llevo 7 días en el gimnasio y tengo que estar meses, así que creo que me queda bastante.

Borobia dijo...

Yo también me he metido de noche por el monte, pero claro, no sola. Me encanta.