Madrid, despejado, 35 grados.
Me asomo a la ventana y veo a una familia cargando el coche. Parece que se van de vacaciones.
El último bulto es una jaula de roedores de barrote grueso que va directa a completar el hueco en el maletero. Dentro distingo a un roedor de los grandes, posiblemente una chinchilla gris.
Yo creo que va a morir asfixiada, pues si en el exterior hace 35 grados, el interior del maletero va a ser un horno.
Cornicabras
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Las laderas de los montes están cubiertas por un bosque bajo de encinas y
cornicabras, que en esta época del año salpican de ocres y rojos el
paisaje. En l...
2 comentarios:
Tranquilo, no morirán. Un verano en las vacaciones, mi hermano iba con la jaulita de sus hamsters a montar en el Autores, y le dice el conductor que no puede tener a sus mascotitas en las rodillas, que las tiene que meter abajo del bus, en el maletero. Se le escaparon las lágrimas, bueno a todos, y ahí viajaron los animalitos. Pero al final todo salió bien y sobrevivieron, y eso que sólo pudimos verlos en la parada de rigor. Esta gente si va en coche puede refrescarlos, airearlos y atenderlos todas las veces que quieran :).
Pues no sé, el maletero de un autocar es mucho más amplio. En el del coche apenas queda hueco y la va dando el sol en el capó.
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