lunes, 23 de octubre de 2006

La traición sólo merece un premio...

Edom avanzaba, precedido por el arrugado carcelero, por el corredor de los calabozos alternando entre penumbras y mortecinas luces de lámparas de aceite. El aire estaba enrarecido, plagado de olores nauseabundos y una humedad cargante. Lamentos y quejas resonaban cantadas por los desgraciados encerrados, pudriéndose desde quién sabe cuánto tiempo y hasta cuando.
Por fín llegó a la altura de la celda.
Nada más reconocer su silueta, ella se arrojó contra los barrotes sacando sus brazos con desesperación intentando tocarle con las manos tensas, y estallando en llantos.
-Sácame de aquí, te lo ruego, no soporto este sitio. ¡Edom! ¡Sácame! ¡Tú puedes hacerlo, tienes influencia! ¡Además te ayudé, me lo debes!
Estaba flaca y demacrada, y eso que sólo llevaba tres días.
-¿Confías en mí?
-¡Confío, confío!
Sin añadir más, salió de aquel apestoso agujero conteniendo la respiración hasta llegar al soleado exterior, pensando: Sansón también confió en tí, Dalila, y le traicionaste; le vendiste por unas monedas; le pusiste en nuestras manos, y ahora sufre tormentos, ciego y humillado. Ahora confía tú en mí...

5 comentarios:

Achi dijo...

Vaya... le torturan, que es lo que querían y ahora el tipo se indigna porque la otra le haya traicionado. Judas les hubiese pedido un favor a cambio de otro favor a los romanos y estos, s epican porque fue él el que delató al nazareno. Es como si intentases vengar a Sansón. Pero el tema esq Sansón era Israelita y Dalila era filistea. Curiosamente, los israelitas y filisteos estaban enfrentados... Sansón (istaelita= bueno) y Dalila (filistea= mala, malosa) la que le putea. Curioso... un israelita inventó la historia. Fijo.

Un saludo!!!

aiyana dijo...

La traición solo merece un premio.... te refieres al ojo por ojo?

Herel dijo...

En verdad Sansón era un asesino de filisteos, y seguramente merecía castigo por parte de ellos. Pero igual que Dalila se introduce en la vida de Sansón para traicionarle, mismamente Dalia puede sufrir una traición de alguien que consideraba de su lado, y no debería sorprenderla. Esa es la historia que he querido contar. Aunque está más basado en la famosa anécdota de las campañas romanas en Hispania de "Roma no paga traidores". Y es que creo que por encima de la guerra hay unos valores, que quien los rompe no merece ni gratitud... principalmente porque sentarían malos precedentes. Si el general romano premia a los traidores del enemigo, mañana su gente de confianza podría venderle a él.

Aiyana, o el: "roba higos y cuando tú plantes tu huerto también te robarán los higos" jeje.

Otratazadecafe dijo...

Pues no es que sea exáctamente lo mismo pero me recuerda a una conocida que se ha casado con el que fue durante años el novio de su mejor amiga.
Salían los tres juntos y ella iba de super-amiga.
Le empezaron a poner los cuernos y al final él dejó a la otra.
Ahora de vez en cuando se acuerdan y se ríen.
Ríete, bonita, pero yo no me extrañaría si el día de mañana tu marido acaba riéndose de ti con alguna de tus "amigas".

Herel dijo...

Joer, y encima se ríen. Pues lo que tú dices, a ver si es tan gracioso cuando les pase a ellos.