Desde que Podemos emergiera como opción política, su presencia mediática no ha hecho sino aumentar, de forma buscada y estudiada, por lo pronto por los propios promotores de la fuerza política, con Pablo Iglesias como cabeza de hidra.
Es interesante escuchar en coloquios pre-fama cómo los principales integrantes explican la importancia de la presencia en televisión de cara a obtener resultados electorales. Eran conscientes de ello y no lo ocultaban, compartían honestamente su conocimiento y estrategia.
Pese al empuje de los contenidos por internet, y hasta el abandono de la televisión, en las generaciones de la era digital, existe aún un fuerte cogollo poblacional que sigue enganchado a la tele, y entre estos sectores están los que más votan tradicionalmente.
Es mejor que hablen de uno, aunque sea mal, a que no hablen. Y esto le ha venido genial a Podemos mientras las malhabladurías eran generalistas, conviertiéndoles más en víctimas que en culpables de algo, haciéndoles crecer mientras en todo tipo de televisiones aparecían ridiculizables señorones y señoronas haciendo su papel de malvados en contra del coletas.
Últimamente no tengo tan claro que las malhabladurías les beneficien de igual forma, cuando ya sí son acusaciones concretas, demostrativas de que ellos también son "casta".
Pero no es de eso de lo que quería hablar, sino de la razón por la cual, unos medios tan acusados de partidistas, en lugar de hacer vacío a una fuerza emergente como Podemos, le siguen el juego y le dan lo que necesita para crecer: presencia y audiencia.
Más allá de su labor informativa, sabemos que los medios, cuando quieren, minimizan o directamente omiten la presencia de una determinada información. Pueden incluso jugar con muchos factores, como el tiempo dedicado o la disolución dentro de un grupo más amplio, para que una determinada información no tenga apenas visibilidad, sin que nadie pueda acusarles de haber faltado a su deber de presentarla.
En una entrevista, preguntado respecto a esto, el Gran Wyomig decía que a Podemos no se le ha hecho ninguna propaganda, sino que simplemente se le ha dado un micrófono, y el aprovechar ese micrófono ha sido mérito suyo, pues ese micrófono también lo tienen los demás.
Es una buena respuesta, pero considero falso que ese micrófono lo pueda tener cualquiera.
Yo tengo una teoría sobre el porqué incluso los grandes partidos están interesados en dar esa visibilidad mediática a Podemos.
Partiendo de que todos son casta, de que todos van a vivir de lo mismo y justificados por lo mismo, no es tan importante para ellos el quedar primeros, segundos o terceros... como el que la simulación de la democracia que justifica su poder se mantenga. Que la gente siga creyendo que los burócratas están ahí por decisión del pueblo, de la mayoría, de mayorías...
¿Qué les puede hacer más daño?: una mayoría que no les elige... a ninguno de ellos.
La abstención se califica a menudo como renunciar a un derecho. Pero no es así. Abstenerse es ejercer ese derecho votando "Ni tú, ni tú, ni tú tampoco. Tú a mí no me mandas".
Sabemos que hay una serie de votos que son fijos; otros ocasionales; y gente que nunca vota. Por ahora estos últimos son minoría.
Pero el grupo de los descontentos que no voten puede incrementarse a raíz del panorama desolador y del desgaste de los dos principales grupos políticos, desembocando en unas elecciones que dejen en evidencia la legitimidad de la fuerza ganadora debido a la escasa participación.
Podemos viene a arreglar este problema, viene a ser el revulsivo social que polariza a la gente, el que despierta al votante desencantado del PPSOE que no pensaba votar en las próximas elecciones.
La publicación y difusión
de recientes encuestas con excelentes resultados para Podemos, y que incluso le otorgaban la victora, es otro hecho realmente inaudito.
Anunciar a alguien como ganador significa regalarle automáticamente miles de votos, es otra forma de acercarle a la victoria.
No quiero decir con esto que las encuestas estén manipuladas o que no deban publicarse si esos son los resultados, sino que redundo en el interrogante de por qué incluso los medios que la gente califica de partidistas, propagandistas y manipulados le dan bombo a esto con largos debates, en contra de sus supuestos intereses.
¿Que hablan mal de ellos? ¿Y qué? Darles importancia les beneficia.
Pero de nuevo esto cuadra con mi teoría. Esto va a contribuir a aumentar la participación en las próximas elecciones: tanto de los votantes de Podemos, como de los desencantados de los partidos tradicionales, aquellos que no pensaban ir a votar, pero que ahora, alarmados por toda esta campaña bipolar de triunfalismo y catástrofe, no se quedarán en sus casas sin hacer nada el día de las elecciones viendo lo que se avecina, viendo que los rivales sí van a hacer algo. Quizá algunos no voten al PPSOE, pero votarán, que es lo que cuenta.
Pongámonos en la piel de un partido político: ¿qué prefiere usted, ganar las elecciones del desencanto con un 40% de participación ciudadana, o arriesgarse -llegados a un caso extremo- a quedar segundo o tercero en unas elecciones enfervorizadas de rivalidad con un 85% de participación?
Los partidos grandes no se van a estrellar tan fácilmente, porque tienen por un lado a mucha gente comprada con puestos, subvenciones y negocios fijos, y por otro a quienes tienen la vida resuelta, que no creo que quieran arriesgarse a cambios alocados. Esa gente es una costra de voto fijo. Lo único que quieren los partidos es que la demás gente, la que no se beneficia directamente, aquella cuyo único papel es ser utilizada, también vote y que parezca que la democracia está sana y es representativa.
Cornicabras
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Las laderas de los montes están cubiertas por un bosque bajo de encinas y
cornicabras, que en esta época del año salpican de ocres y rojos el
paisaje. En l...
7 comentarios:
A los partidos, sobre todo al que gana, le da igual que la participación sea paupérrima. Yo también estoy confuso con el sorprendente bombo que se le está dando a Podemos, pero creo que tu teoría no es correcta.
Quizá no lo hayan planeado así, pero sí creo que la mayor participación que se va a derivar de esto les va venir muy bien a los políticos, y van a saber apreciarla, pues la legitimidad de su poder se basa en que siga pareciendo que proviene del pueblo mediante la democracia.
¿Y si no hay una alta participación? ¿se van a disolver las Cortes?
No, eso no va a ser. Gobernar es lo importante, ya sea con el apoyo del 50% o con el del 6%, siempre que ese 6% sea mayoría. No, el cambio tiene que venir desde dentro del sistema.
Mi teoría es más sencilla: la cancha que se le dio a Podemos en un inicio fue fruto de la sensación de seguridad del poderoso. La que tenía Matas cuando hacía ostentación de sus bienes, la que tenían los titulares de las tarjetas black cuando derrochaban por doquier. Como el gato que juega con un ratón dejándolo escapar para atraparlo después, como el padre que da ventaja a su hijo al parchís, produce cierto gustillo dejar medrar al rival cuando se sabe que nunca te va a poder hacer daño. Total, a la que den problemas, sacamos todo el aparato de difamación de los medios y les sacamos trapos sucios reales o inventados hasta la saciedad.
A día de hoy, al ver las orejas al lobo, el uso es distinto: "¡Que viene el lobo! ¡Que viene el lobo!" predican los televisores. En vista que el PSOE ha dejado de dar miedo e IU nunca lo dio, necesitamos una némesis para movilizar a un electorado que, hastiado por los casos de corrupción, pueda decidir quedarse en casa el día de las elecciones.
Precisamente hoy en la tele ha vuelto a soltar nosequién el manido argumento de "porque Rajoy a fin de cuentas es el presidente elegido por la mayoría de los españoles".
En verdad lo correcto sería decir que ha sido elegido por la mayor minoría de españoles.
Este hecho puede desdibujarse más o menos mientras la participación en unas elecciones sea superior al 50%, asimilando la votación de la mayoría a la distribución del gobierno resultante de la votación de la mayoría.
Pero si el voto de la mayor parte de los españoles llegara a ser no votar, habría problemas, y para contenerlos los dirigentes aplicarían medidas sucias... más sucias aún. No se iban a disolver las Cortes ni los políticos iban a renunciar a los resultados... por las buenas.
Es como cuando la gente deja de creer en Dios, entonces todos los que vivían de la creencia en Dios así como los que temen al caos, se afanarán en crear una contención o un sustituto.
En fin, opinamos diferente, lo cual no es malo.
No, no opinamos igual. Lo triste sería estar de acuerdo en todo, como pasa en algunas "tertulias".
Esas cadenas 100% antiPodemos son las que más los hacen crecer, ya que están compuestas por arquetipos de personajes antagonistas a los cánones de la progresía que impera.
Y del mismo modo, los políticos actuales están tan gastados y denostados, que cualquier cosa que digan en contra de uno nuevo son automáticamente puntos a favor de gratis para aquel.
La progresía es a la ética y a la moral lo que la moda a la ropa, con un profundo desprecio hacia quienes no la siguen.
Podemos viene del comunismo ideario (en ningún caso predicando con la práctica), y ha podido contribuir a potenciar el ideario progre, aunque se están reprogramando para acoplarse al sistema global actual y poder gobernar en él.
Ya conoces la argumentación de P.Iglesias, si ayer decía "viva Cuba", mañana dirá "dialogar sobre Cuba no me convierte en defensor de Cuba".
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