domingo, 28 de octubre de 2012

heladas

Conforme subíamos, desde lo alto de los bastiones de granito resonaban regularmente traqueteos súbitos procedentes de secciones de carámbanos que, calentados por el sol, iban desprendiéndose de sus cornisas y caían rebotando y fragmentándose en cachos más pequeños.
Por un momento me fijé en que en la mitad derecha de aquella montaña los árboles estaban blancuzcos, mientras que a la izquierda estaban verdes. Pero la línea blanca se extendía, salpicando de nieve las copas antes verdes a media que la nube avanzaba, en directo para un observador lejano, como si por allí marchara en línea un ejército de pintores.
(Por cierto, se trata del Sietepicos visto de perfil)
Junto a los riachuelos se podían observar estas sinuosas esculturas de hielo formadas por la acumulación de salpiqueteos de agua utilizando briznas de hierba o musgos como esqueleto base.


Una persona que pasaba por allí me ha enviado esta foto: fotógrafo fotografiado fotografiando

1 comentario:

Borobia dijo...

Je, je, en dónde vivo yo no ves un carámbano ni en las olas de frío polar.

Me gusta la foto del fotógrafo fotografiado por otro fotógrafo que a su vez -quien sabe- quizás fuese fotografiado por otro fotógrafo. %P