viernes, 8 de mayo de 2009

Mi casa de Nerja

Mi casa de Nerja está cerrada
por una vieja verja oxidada,
oculta tras enredaderas y frondas
que se enredan y dan sombra.

Tras la cancela el jardín,
una escalera que sube y baja,
baja al jardín y sube a la casa,
con peldaños de adoquín.

Si llamas a la puerta,
la puerta se abre,
cuando hay alguien.
Si nadie contesta...
pues usas la llave.

Por dentro tienen ventanales
tantos por dentro como por fuera.
¡No se olvidó ninguno quien los hiciera!
¡Ni de poner los cristales!

Los muebles se hallan en el suelo,
los cuadros en las paredes,
las lámparas en el techo,
y en la cocina las sartenes.

Ésta es mi casa de Nerja,
mi casa que no existe.
La mentira de un poema,
que sólo rima un chiste.


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