Esta lluviosa mañana, tuve que ir a varios sitios a hacer cosas, y terminé en la FNAC donde me autoregalé un par de cómics en francés (lengua que estoy estudiando), guiándome únicamente por la temática: fantasía épica paródica, que no suele fallarme.
Uno de ellos se titula "Cazadores de Dragones" (Chasseurs de Dragons), que por lo visto está basado en una
serie de dibujos animados, que además cuenta con varias novelas. Esto me defraudó un poco, como si este cómic fuera puro merchandaisin'... gorras, camisetas, pegatinas, melodías y fondos de pantalla para tu móvil, libros, cómics...
Esta información estaba en la contraportada, que leí al final. El caso es que los personajes me recordaban a cosas que ya conocía de antes: a las "Leyendas de los Pueblos Olvidados", en la crudeza de las estéticas (aquí caricaturizadas hasta el extremo), personalidades y fondos; y a... ¡
Samurai Jack! otro dibujo animado cuyo trazo naif me llamó la atención desde la primera vez que lo ví de casualidad en la tele.
El mundo de "Cazadores de Dragones" se encuetra resquebrajado, partido en islas flotantes encadenadas algunas de ellas a través de puentes; con lo que es fácil pasar de un trozo de mundo de bosque de alta montaña a un desierto. Lo cual también ocurría al final de la serie de
La Mazmorra de Sfar y Trondheim, de escasos años antes. Pensé, mientras leía, que era una clara influencia (o plagio de la idea). Pero si resulta que aunque el cómic sea de este año 2006, hay una serie de televisión más anterior con un mundo de islas flotantes ya planteado... entonces ¡¡¡los plagiadores son los de La Mazmorra!!!... no, no quería decir plagio, quería decir influencia ¬¬.
Y ya puestos, no me olvido de las
rocas,
islas y
estructuras óseas flotantes de Roger Dean, más anteriores todavía (1971). Y mucho antes, remontándonos a la primera mitad del siglo XX, el surrealista belga
René Magritte había pintado cosas como
ésta o
ésta.Aquí no se libra ni el Pepo.
Y nada, sabiendo que hay una serie de dibus, me meto en Youtube a ver si hay alguna escena; y no hallo gran cosa, tan sólo una intro borrosa.
Pero... de rebote encuentro unos vídeos sobre un juego de ordenador que desconocía (como si conociera muchos...) llamado "
Monster Hunter", y me quedo fascinado por los escenarios y el movimiento de los personajes ¡tan realistas!
Monster Hunter es un shoot'em up, en tres dimensiones, un juego de matar bichos; en este caso bichos enormes: dragones mayormente.
Estos juegos me gustan y a la vez me aburren.
En su tiempo me llamó la atención -por ejemplo- el Unreal (una saga que continúa, y habrá evolucionado bastante desde la versión que yo jugué hace años), ambientado en un mundo medio futurista medio primitivo. Lo que me motivaba a avanzar en el juego eran los escenarios y la ambientación, y lo que me sobraba era tener que estar matando monstruos cuyo criterio de aparición llegaba a estar puramente relacionado con el nivel de dificultad que se supone debe de ir in crescendo . Así que seleccioné inmunidad (pulsando ciertas teclas -en principio secretas- se conseguía) y me dediqué a ir por ahí explorando el universo Unreal, pasando de los bichos o acribillando a alguno de vez en cuando con mi arma favorita: la ametralladora que disparaba cristales de hielo como munición (un arma bastante ecológica, se recargaría con agua, y no dejaría rastro)... con munición infinita, por supuesto.
Los mundos virtuales son la leche de bonitos, y cada vez los hacen mejores, pero no me gusta perder el tiempo con lo que no me supone un reto.
Jugar en red es diferente, contra rivales humanos; entonces la cosa sí que puede tener interés: es una especie de combate virtual con emboscadas, estrategias, alianzas... Luchas contra alguien y al lado de alguien, REALES... podría estar hipotéticamente bien si (...). Tampoco he practicado mucho esta modalidad; un par de veces en un "ciber", contra gente conectada en red en el mismo local, y me fundían rápido, porque entre que no me sabía bien ni las teclas ni el mapa, y (...). Cuando se me acabó el tiempo, pasé de renovar y fuí a ver cómo iba un amigo con más experiencia en esto, y el tío se estaba media partida escondido debajo de unas escaleras huecas, acribillando a traición por la espalda a los jugadores que pasaban por ahí; había otros que se dedicaban a sembrar bombas con detector de presencia; otro que se había buscado una buena posición en una cornisa y estaba de francotirador a cañonazo limpio contra cualquiera que pusiera un pie en el patio de la zona de juego. ¡La leche! con razón había yo palmado tantas veces sin ver a ningún rival, ni de dónde venía en zambombazo, sólo el mensaje de "Fulanín te ha matado" ¿quién? ¿dónde? ¿a mí?
Es una diferencia entre la guerra y el deporte (aunque podría darse la guerra deportiva): en el deporte hay unas reglas para que el juego sea bonito y equilibrado. Si el objetivo del fútbol es meter el balón en la meta contraria, una forma sencilla de victoria segura sería eliminar literalmente a todos los miembros del equipo contrario... pero esto en el deporte no vale, pues eliminado al rival no hay diversión y el deporte no tiene sentido. En cambio en la guerra sí que vale, lo importante es no perder.
De todas formas, algunos deportistas se pueden llegar a tomar el juego como una guerra y dar importancia exclusivamente a la victoria, sobre todo cuando sacan tajada económica de ella, cuando en la victoria se basa su puesto de "trabajo". Estos no dudarían en alegrarse de la expulsión de cuantos más jugadores del equipo contrario mejor por el árbitro, o de las equivocaciones e injusticias a su favor.
En ese juego de red (
Half Life, por cierto) no había reglas deportivas, sino libre albedrío.
Bien, pues viendo los vídeos de Monster Hunter, lo que siento es que me encantaría correr por esos bosques (los bosques más realistas que he visto en modo virtual, aunque como no estoy al día en videojuegos seguro que me maravillo ingenuamente), escalar por esas rocas, darme un garbeo por ahí y probar esas armas... armas que se sobran un poco de tamaño... aunque en cierto modo esto tiene su lógica: si tienes que matar dragones, con una espada normal difícilmente alcanzarías el cuello desde tu posición terrestre. ¿Solución?: espadones de 4 metros de largo, para llegar; arcos que disparan cuatro flechas simultáneas del tamaño de lanzas; martillos tan enormes que ni los de campanario; y también armas de fuego: cañones de mano, la cosa más normal del mundo; lanzacohetes también de mano... la munición te la guardas en los bolsillos, que son muy amplios. Las excentricidades típicas de los juegos de rol: cada vez que subes de nivel tienes más resistencia, más fuerza, armaduras mejores, armas más letales (espada+1, espada+2, espada+3)... y la representación visual es tan simple como: más grande = más pupa hace.
Estos juegos son cada vez más reales... quiero decir: crean cada vez mundos más reales y definidos, aunque no tengan nada que ver con el nuestro. Al final en vez de irme a la sierra, me meteré en una cabina, conectaré mis extremidades a unos sensores, y correré y daré enormes saltos - incluso volaré si quiero- por paisajes imposibles de riscos afilados y árboles colosales, mientras de cuando en cuando reviento algo con mi lanzadera de misiles de bolsillo.
Aquí unos cuantos vídeos de Monster Hunter: