El Febrero pasado llené una bolsa de un par de almendros de mi abuelo y me salieron todas excelentes.
Ahora, en otoño recogí lo que quedaba al alcance de esos dos y de otro más que estaba cargadito y con almendras de gran tamaño.
El caso es que fui tan confiado que no hice la prueba previa de rigor, y es que hay almendros amargos y almendros dulces (o menos amargos).
Ese tercer almendro resultó amargo y acabé con una bolsa con unas y otras mezcladas. Menudo problemón. Aunque al final, probando y comparando, hallé un método para distinguirlas a simple vista que me funcionó en el 100% de los casos, al menos con esos árboles: las almendras con forma de corazón (más redondeadas) eran dulces, y las más alargadas eran amargas.
Se podría sacar un refrán de aquí: Almendra larga, almendra amarga
Cornicabras
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Las laderas de los montes están cubiertas por un bosque bajo de encinas y
cornicabras, que en esta época del año salpican de ocres y rojos el
paisaje. En l...
2 comentarios:
"Intenté ir por lo legal,
pero non arrancaba /
la experiencia amarga."
--Sin mis hacks (2016)
Mamá (o abuela? o abuelo?) me decían de no comer almendras amargas, como son venenosas. Sabiduíra popular? Tontería popular? No lo sé, pero sin embargo la almendras me gustan y no dejaré de comerlas.
Jejejeje.
Y tenía razón tu madre, son tóxicas las amargas. Por tomarte un par no te va a pasar nada, pero mejor escupirlas.
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