lunes, 24 de septiembre de 2018

Batracios

Las primeras fotos son de dos ranas patilargas de la sierra de Guadarrama, habitantes de arroyos en la cuenca del Lozoya y del Eresma respectivamente. En ambos casos, tras una maniobra evasiva inicial consistente en saltar al agua, bucear, y encaramarse en una roca, los ejemplares permanecieron completamente inmóviles quizá confiando en su mimetismo.

 
 
 

Y a continuación una larga galería de sapos que emergieron por la noche tras un chaparrón veraniego que dejó charcos por doquier. Todos los retratos son de sapo corredor, excepto uno de ellos que es un sapo común (adivinad cuál). Había tal cantidad que apenas tenía que dar tres pasos por la misma zona para toparme con un ejemplar distinto.


Pitingo Jafo

Sokorro Jarufo

Petín Nuko

Endeje Pareto

Sukumo Verrugo

Futano Verdín

Lechoso Plin

Jatito Sanpito

Chunigo Dientepiño

Antelón Piedojún

Patujo Jarrapín

Petito Rufón

Ajete Pakete

Fujo Ranujo

Anekele Sonk

Patín Entusiako

Erelo Kan

Forto Di Bosco

Jean-Sap Dupin

Maluko Chungoso

Mostrancio Janoplio

Pepito Albín

Rosto Miranejo

Katiusko Palestro

Virborio Dos Santos

Blas del Brezo

Antioquín Humio

Temirio Atentio

Hugo Tarugo

4 comentarios:

Francesco dijo...

Algunos ejemplares parecen fastidiados, y otros "me da igual".
me encanta la naturaleza, fotos muy bonitas!

Herel dijo...

Como las personas, cada uno tiene su personalidad en el rostro.

Boro dijo...

Mi favorito es el Herelo Kan. Salud2.

Herel dijo...

Será por su mirada tigrotal.