miércoles, 8 de febrero de 2012

El hombre que dedicó su vida a construir una catedral

"Justo Gallego Martínez nació en Mejorada del Campo el 20 de Septiembre de 1925. Desde muy joven sintió una profunda fe cristiana y deseó consagrar su vida al creador. Por ello ingresó a la edad de 27 años en el monasterio de Santa María de la Huerta, en Soria, de donde fue expulsado al enfermar de tuberculosis, por miedo a contagiar al resto de la comunidad.
De vuelta en su pueblo, decidió contruir, en un terreno de labranza propiedad de su familia, una obra que ofrecer a Dios."
(citado casi literalmente del póster informativo que el propio autor tiene colgado en la catedral)

Salvo colaboraciones puntuales lo hizo él todo, sin planos ni oficio en albañilería o arquitectura, ingeniándoselas como buenamente pudo, a veces con métodos constructivos poco ortodoxos e inauditos, y aprovechando todo tipo de materiales que caían en sus manos.

La obra, ilegal, está oficialmente paralizada por el ayuntamiento, no obstante lo cual cada cierto tiempo aparecen partes nuevas.
Tras más de cuatro décadas de trabajo principalmente de una única persona, pese a sus 87 años Justo sigue allí haciendo cosas cual hormiguita incansable, y esto es lo que hay al día de hoy:
una esquina desde el exterior
fondo de la nave principal
los encofrados del hormigón han ido bailando ligeramente a medida que los pilares ganaban altura. Para los capiteles en forma de donut me figuro que se usaron llantas de neumático como encofrado.
Bajo la cúpula.
Señores pasajeros, les recordamos que durante el despegue hacia Los Cielos deben permanecer con los rosarios abrochados
Una de las naves laterales, con gran acopio de sacos de cemento
Este rostro aparece repetido en varios bustos tanto dentro como fuera de la catedral
Descenso a la cripta bajo la nave principal
Desde la cripta. A destacar los relieves de las paredes, pintados de color dorado.
Detalle del apoyo de la losa de la nave principal
patio del claustro
Pasillo que conduce a la zona del claustro
Dependencia con un pequeño cimborrio cenital y más acopio de materiales
En torno al patio del claustro, galería con pequeños cimborrios en construcción.
Vista desde la cubierta trasera.
Detalle de la peculiar forma de encofrar y armar los frentes de los peldaños... y más cosas...
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7 comentarios:

Piedra dijo...

Ante una obra tan colosal, creo que solo puedo exclamar: Valiente gilipollas!
podía haber dedicado su vida a algo productivo, si es que quería "dedicarla a dios" que hubiera construido un albergue y hubiese ayudado a quienes lo necesitasen.
Al final, lo terminará reclamando la nada santa y muy católica iglesia cristiana.
Megalomanías de enfermos mentales que solo pretenden perpetuarse en la historia a base de obras estériles e inútiles, proclamando a la vez la espiritualidad y el desprecio de los bienes materiales, si, ya se ve.
En fin, este al menos se lo ha currado por si mismo, no ha utilizado mano de obra esclava como suelen hacer aquellos a los que se les presenta la oportunidad.

Herel dijo...

Tampoco es como para llamarle gilipollas. Estoy de acuerdo en que lo hace principalmente por él mismo, aunque esté subido a la moto de que lo hace por Dios. Eso le llena y le da fuerzas. Por otro lado, ha tenido la suerte de poder vivir sin "trabajar" a base de ir vendiendo el patrimonio de fincas que heredó, disponiendo así de pleno tiempo para dedicarse a su hobby.

En lugar de una catedral podría haber construído un albergue para indigentes o cualquier otra cosa que ayudase realmente al prójimo "cristianamente"... Lo cual no es su objetivo, pues lo que está haciendo es sin duda una obra egoista para satisfacer sus propios deseos, sí, lo cual no diré que sea un derecho, sino una posibilidad, y él ha tenido la suerte de poder hacerlo.

De hecho le entiendo perfectamente, aunque no comparta su fe religiosa, que como digo, me parece una excusa irrelevante.

Anónimo dijo...

Imagino que a parte de la falta de permisos, la construcción no cumplirá las mínimas normas de seguridad pertinentes, así que no se podrá legalizar de ningún modo.
Pero aún me daría pena que nunca terminara de construirse. No deja de causarme admiración el empeño de ese hombre por cumplir su sueño.

Herel dijo...

Para él creo que lo de menos es acabarla. De hecho si ya la hubiera terminado sería en cierto modo negativo pues no tendría nada más que hacer en la vida... salvo buscarse otra tarea que le absorva.

Parece que hay un arquitecto dispuesto a asumir la responsabilidad para tratar de legalizar la estructura.

Zuviëh S.F. dijo...

Ostras, tú, es impresionante. Me encanta la cabezonería que tienen algunas personas y consiguen cosas increíbles.

Trinity dijo...

Pues a mí me parece original y me gusta el tesón que le ha puesto, y creo que es un acto de absoluta libertad poder hacer lo que le dé la gana en su vida, ojalá todos pudiéramos.

S. dijo...

Esperemos que la acaben algún día...digo yo