martes, 6 de diciembre de 2005

¿me puedes hacer un favor?

Cómo odio esa pregunta. Bueno, no la odio, la que odio es otra, pero vamos a empezar de menos a más. Cuando me preguntan eso suelo responder: explícate....y ya veremos.

Lo que no me gusta es que intenten tenderte una emboscada, acorralarte, cerrarte las huidas, y cuando estás atrapado entonces... ¡¡¡¡ZAS!!!! hazme este favor y no me digas que no puedes porque anteriormente ya te he preguntado si tenías algo importante que hacer; no me digas que no sabes porque anteriormente ya te he preguntado si sabías de esto; y no me digas que no te da la gana porque porque... porque queda muy feo.
Así es, el Pedidor de Favores tramposo antes de pedirnos el favor intentará cerrarnos las salidas con preguntas del tipo...

-Hola, ¿me puedes hacer un favor?.
-Claro.
-Pues te vas a subir mañana al centro y me vas a entregar estos papeles para unos trámites, yo no puedo porque me coincide con la clase de aeróbic, y vete pronto para coger sitio en la cola.


-¿Oye de qué era ese curso que hiciste el año pasado?
-de informática.
-Guauu cómo mola (chantaje tipo "palmadita en la espalda"), pues oye, es genial porque tengo un problema con el ordenador que no me funciona y me vas a ayudar...
Aquí recomiendo leer el Pringao-Howto de Zerjio para informarse sobre las posibles consecuencias futuras de este momento; esto puede ser el inicio de una gran amistad).


-¿Vas a salir esta tarde?
-No
-Perfecto, me salvas la vida (¡toma chantaje psicológico gratuito!), pues te dejo aquí a los niños y me los cuidas que yo me voy de fiesta.


¿Cómo salir airoso de este tipo de trampas una vez que hemos picado ingenuamente?. Se me ocurren varias formas:

1. Haciéndote el tonto, o el olvidadizo.
-Andaaa, me acabo de acordar que no puedo ir porque yo tengo clase de Taichí, no, no estoy apuntado, es una clase de prueba gratuita y es vital que vaya.
-Ahh, pero es que el curso era de informática pero orientada más bien a la postura ante el ordenador, y la optimización en el manejo del ratón y el teclado para evitar lexiones lumbares. De eso pregúntame lo que quieras que soy un monstruo de conocimiento.


2. Haciéndote el inútil y causando más problemas de los que había.
- Bien, empecemos, uy!! qué mala pinta, te voy a formatear el disco duro, y luego ya te lo instalas todo de nuevo y me llamas a ver si funciona.
-Oye no te lo vas a creer, pero es que me perdí para llegar al sitio; y cuando llegué había una cola inmensa; además me puse en la que no era y cuando ya dí con la correcta resulta que me encontré a Paco, que es un amigo mazo enrrollao, y nos fuimos a tomar unas cañas, y no veas cómo raja el tío, se nos fue el tiempo, nos entretuvimos demasiado y cuando volví ya habían cerrado; además me había dejado tus papeles en la cafetería, espero que no sean muy importantes. Bueno, si quieres que vaya otro día, antes de que se te acabe el plazo sabes que puedes confiar en mí...

3. Contraatacando con sus mismas armas.
-Vaya, ahora que lo dices, eso de ir de fiesta es una ¡genial idea!, creo que ya sé que es lo que voy a hacer esta tarde. Por cierto, puesto que ahora no tienes quien te cuide los niños, supongo que te tendrás que quedar en casa toda la tarde, y no te importará hacerme el favor de cuidarme mis tres perros, es que no me gusta que se queden solos en casa. Te dejo las bolsitas para cuando se caguen y el aspirador de mano que uso para limpiar la pelusilla que van dejando por la casa... y se me olvidaba... ¡me salvas la vida!.

4. La forma fea, sin miramientos:
-Pues va a ser que no.

Ésta última es la mejor, la síntesis perfecta de una idea.

sábado, 3 de diciembre de 2005

Modelador facial 3D

Hace unos días me descargué un programa llamado Facegen, que es un moldeador facial. Permite generar una base facial y posteriormente darle expresión de vida mediante una extensa lista de parámetros: risa, sonrisa, duda, sorpresa...; movimiento de ojos, cejas, mejillas, boca... OREJAS...; posición de la cara en pronunciación de vocales, consonates labiodentales, plosivas...etc.
Otras opciones para configurar los rasgos son los reguladores de género, raza, edad, o "caricaturesqueidad".

Pero lo más curioso es el escaneador de fotos, que reconstruye en 3D un rostro a partir de dos fotos planas: una de frente y otra de lado, aunque la segunda es opcional. La versión shareware no permite grabar el modelo ni variar la posición de la cara, pero no deja de ser un programa curioso. Lo peor son las opciones de peinado, o pones un rapado al cero, o le pones uno de los horribles peluquines cantosos que trae el programa.