miércoles, 26 de marzo de 2014

Cualquier sistema que montéis sin nosotros será derribado

"Cualquier sistema que montéis sin nosotros será derribado",
cualquier sistema que montemos sin ellos será derribado,
cualquier sistema que montéis vosotros y ellos sin mí será derribado.

La frase principal del poema de Leonard Cohen, que recita el recientemente difunto Constantino Romero en el vídeo adjunto, es una de esas frases poderosas y atrayentes, pero que se quedan en utopía personal.

viernes, 21 de marzo de 2014

Dignidad

Decía una comentarista el otro día en una tertulia televisiva algo así como que una persona digna se caracteriza porque no tiene que avergonzarse de sus actos.

En otro espacio un lumbreras demagógico sostenía que era un hecho que la infanta no tenía ningún privilegio ante la Ley, y que era exactamente igual que los demás ciudadanos.... obviando lo bien que la han tratado y tapado las instituciones todo lo que han podido y que, en general, la posición y el dinero sí que significan unos mejores resultados ante litigios legales. También observamos a la infanta con la cabeza bien alta declarándose inocente -al margen de los fraudes fiscales- pese a haberse llevado cantidades ingentes de dinero público a cambio de un trabajo nulo o nímio, por el que cualquier otra persona no enchufada hubiera cobrado dos duros.

Sabemos de infinidad de cargos públicos llevándose pasta a paladas, saqueando legal o ilegalmente -según si la Ley permite o no, al margen del sentido común-

¿Se avergüenza esta gente de algo? No, lo niegan todo, lo justifican como legal y no hay más que decir, e incluso a veces arremeten con la misma rabia y vehemencia que uno atribuiría a una víctima contra los ciudadanos que les increpan al sentirse robados, tanto usando la amenaza de la policía, como a nivel personal, encarándose con uno solo cada vez, tratando de sacarle del arropo de la muchedumbre.
Anulan completamente toda vergüenza con un sentimiento contrario, estilo "Loreal". Porque yo lo valgo, ni un paso atrás.

La racionalización de la deshonestidad, a la que ya dediqué otra entrada, está ahí. Avergonzarse o no, no es cuestión de dignidad ni de honor, es cuestión de ego, autoafirmación, interpretación de los hechos a conveniencia propia, visión parcial, y del ejemplo que nos da la sociedad.

¿Se avergonzaba la "honorable" y "digna" nobleza feudal por haberse apropiado de toda la tierra y de haber convertido en siervos a sus habitantes?
¿La situación de quién es motivo para sertir vergüenza propia, la del que somete o la del que es sometido?

martes, 4 de marzo de 2014