No estaba presente pero me imagino lo sucedido:
-Espere un momento que busco papel y boli... ya, diga.
...
-Oops, espere que este bolígrafo no pinta.
Pero antes de eso, en el súper, escuchando a un señor hablar, me dió por pensar en la multitud de formas en las que la gente pronuncia extrangerismos, como sandwich o pizza.
sánwich, chanwis, sanwis, shanwis, sandwich, sandwis, sanwish...
piza, pizzza, pitsa, pitza, picsa, pidza, pidsa, pisa, pisha...
Y mucho antes todavía...
Esta mañana tuve que hacer unas visitas de trabajo por el sureste de Madrid, había niebla y eso me encanta, conducir viendo como cada próximo tramo de carretera que vas a recorrer va apareciendo de la nada; te puedes imaginar que no existe y que la van construyendo a toda velocidad detrás del telón blanco, en el fondo es lo mismo. Y a los lados los árboles aparecen de pronto como figuras fantasmagóricas, como esqueletos orgánicos, pelados en esta estación.
Cuando terminé lo que tenía que hacer, se habían levantado las nubes y hacía sol. Y aproveché para visitar las cuevas cavernícolas de Tielmes (bueno, en verdad pertenecen al término municipal de Perales de Tajuña), algo que quería hacer desde hace tiempo cada vez que pasaba por ahí; se ven mismamente desde la autopista.
El terreno in situ está formado por una macla de láminas cristalinas de mica-feldespato, y yesos y magras. Es decir: toses al lado de una pared y se cae. Es un terreno muy blando y deleznable (ojo, que deleznable tiene varios significados), y de hecho, en el municipio es raro no encontrar una cueva subterránea cada vez que excavan para construir un nuevo edificio.
Por tanto, el mérito de los cavernícolas no fue el de excavar las cuevas, sino el de lograr que no se les derrumbaran encima.
La orografía del valle es similar a la del pueblo de mi abuelo, en Segovia: páramos y barrancos, cuevas y cañones erosionados. Pero si se te ocurre la feliz idea de intentar trepar por una pared, descubres que te llevas en la mano, arrancado de cuajo, el trozo de saliente al que te pensabas agarrar. También "crecen" por aquí esas piedras llamadas de jardín: bloques deformes de formas suavizadas, de aspecto óseo, llenos de oquedades; que quedan muy bien para rodear parterres de flores o estanques.
En cualquier caso, creo que la palma de suelos blandos yesíferos se la lleva Calatayud, en Zaragoza. Es mundialmente conocida la torre de Pisa por su inclinación, pero Calatayud no tiene una torre, tiene toda una ciudad de edificios y torres torcidas, al menos hasta que empezaron a cimentar con pilotes. Ya tuvieron problemas en el trazado de las vías del AVE por la zona porque se les deshacía el suelo...
2 comentarios:
No no, es "sangüich". "Picsa" está bien. Y después de ver en el diccionario, un terreno así, para hacer casas, es deleznable en cualquier acepción del término :)
Gracias por estas fotos. Qué curioso lugar. Esas ruinas chimeneolíticas ¿están dentro de las cuevas? No, ¿verdad?
No, no están en las cuevas, son unas construcciones abandonadas que están al pie de la pared.
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