Lo de la ventana indiscreta y asomar la orejilla por el patio quedó atrás; los espías secretos tampoco tienen que infiltrarse ya en el cuartel del enemigo.
Y estos que todavía siguen sin encontrar al Bin Laden...
¡pero hombres de Dios! ¿No se os ha ocurrido mirar en su blog?
Allí lo cuenta todo todito todo.
O_o esto... tonces yo no podría huir a la clandestinidad.
ResponderEliminarTendría que ser una clandestinidad sin internet...
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