Y yo en mi vida he sembrado muy poco, no he querido arriesgarme pensando especialmente en esas semillas que tú plantas y se come otro; esos esfuerzos que puedes hacer y que pueden ser utilizados para subir un ego ajeno a costa de bajar el tuyo, porque no es fácil ni agradable abandonar la posición segura. Me he limitado mayormente a andar sobre seguro, para no dejar excedentes ni alimentar una inercia que va en contra de mi ideal. Pero la inercia la alimentan otros, conmigo o sin mí, y mi contraesfuerzo sólo me perjudica a mí.
Planté siete judías en un tiesto, pero sólo ha germinado una. Si hubiera plantado sólo seis quizá no hubiera salido ninguna. Tampoco se pierde mucho por plantar pequeñas semillitas.

¿Judías? ¿y no podías plantar maría como el resto de los jóvenes?
ResponderEliminarIntenté plantar a María
ResponderEliminarpero al ver que no cabía
[y que me miraba con espanto]
pensé: ¿qué ñoco planto?
¡ya está! una judía
Ohh, la segunda imagen me encanta!
ResponderEliminarYo ya paso de sembrar nada, total... para plantar margaritas y que me salgan tulipanes...
Sí, queda curiosa, parece una planta flamenca, lista para dar palmas :D
ResponderEliminarPues yo si tuviera jardín o un ático con terraza me haría un huertecito.
Plantar y regar... que si no...
ResponderEliminar